El pasado sábado, en el Congreso de Tlaxcala, durante un foro sobre la trata de personas, el legislador sugirió que una legisladora de Acción Nacional se encontraba inmiscuida en una red de trata.
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Diputadas y líderes parlamentarios en San Lázaro “doblaron” al diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña; lo reconvinieron y tuvo que aceptar públicamente que “no tiene elementos” para acusar a la diputada del PAN por Tlaxcala, Adriana Dávila, de estar vinculada con grupos dedicados a la trata de mujeres en su estado.
El pasado sábado, en el Congreso local de Tlaxcala, en un foro sobre la trata de personas, Fernández Noroña afirmó que “me comentan que hay una diputada que fue senadora y que está involucrada en ese tema y que es más bocona que la chingada, no sé si sea cierto o no, pero en Tlaxcala siguen los problemas y son elementos para ponerle una chinga la próxima vez que habrá la boca”.
El tema fue puesto este martes en la tribuna por legisladoras panistas, priistas y perredistas. Al iniciar la sesión plenaria, desde sus curules, legisladoras panistas y priistas exigieron subir el tema a la tribuna y modificar el orden del día de la sesión, a pesar de que ya se encontraba en la entrada del salón de plenos el secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos, para su comparecencia por la Glosa del Primer Informe de Gobierno.
Luego de que Fernández Noroña, sin retractarse, aceptó desde su curul el reto de tratar el tema en la tribuna “y decirles en su cara a los del PAN que son unos hipócritas” –aunque aclaró que en sus afirmaciones en Tlaxcala no se refirió a ninguna legisladora en particular-, la presidenta de la Mesa Directiva, la panista Laura Rojas, logró superar el incidente, con la explicación de que los coordinadores presentarían una propuesta para llevar el tema al final de la sesión.
Sin embargo, al hacer entrar al salón de sesiones al funcionario y llegar hasta la tribuna para saludar a los legisladores, los coordinadores subieron a la Presidencia y luego de saludar e intercambiar unas palabras con el secretario de Agricultura, instruyeron a la Presidencia a decretar un receso de 10 minutos, que se prolongó por más de media hora.
Después del receso, Fernández Noroña, junto con la diputada Dávila, salieron ante los medios y admitió que cometió un error al acusar a Adriana Dávila de trata en Tlaxcala, porque no tiene elementos y porque pone en riesgo la integridad de la legisladora y la de su familia.
La legisladora anticipó que lo denunciará ante el Comité de Ética de la Cámara de Diputados y que analiza también llevar una demanda ante las autoridades judiciales.
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