Visita de AMLO pone al descubierto conflictos sociales en la región

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, estuvo este pasado fin de semana en Bahía de Banderas y Puerto Vallarta. Su visita dejó al descubierto los graves problemas sociales que afectan a miles de ciudadanos de ambos municipios, desde conflictos agrarios, territoriales, políticos, hasta la destrucción de la montaña, incluido los abusos de empresarios por el lado de Jalisco para construir una hidroeléctrica en el río Los Horcones, fueron expuestos por los afectados ante el presidente de la República.

Por Lorena Moguel
Fotos: Mauricio Lira | Adrián De los Santos
NoticiasPV

Datos que trascienden revelan que la visita de Andrés Manuel López Obrador a la región, fue atendida por poco más de 10 mil ciudadanos entre Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, quienes se dieron tiempo para acompañarlo en lo que fue su primera actividad ya como Presidente de la República y que destacó la total entrega entre gobernante y gobernados. Entrega que iban desde porras, abrazos, fotos para el Facebook, peticiones y la esperanza de que sus problemas sean resueltos, así en este tenor se llevaron a cabo los dos eventos que encabezó en la región este pasado 12 de mayo del 2019.

Primero fue Bahía de Banderas, donde el ambiente se desarrolló muy ordenado, con total empatía a las personas de la tercera edad, a discapacitados, hubo manifestaciones respetuosas, el apoyo a los medios para desarrollar su trabajo y prácticamente se convirtió en una verbena popular; y es que había venta de comida, sombreros y los souvenirs del «peje», que iban desde playeras, sombrillas, llaveros, tazas y más.

En este municipio nayarita, fueron aún más intensos en cuanto a las manifestaciones se refieren. Desde el conflicto agrario en el Ejido de San Juan de Abajo, hasta las consignas en contra de la Senadora, Gloria Núñez, a quien le gritaban: «ahora como Senadora tienes las uñas más largas». Donde incluso destacó una enorme manta en la que pedían a AMLO concesionar Las Islas Marías, pero al gobierno de Nayarit y no a Vidanta, ya que es una de las empresas más destructivas de la región, donde han arrasado con la flora y fauna para construir y ampliar su negocio.

Sobre el discurso del presidente fue muy motivador entre los presentes, ya que había una conexión y coherencia de la realidad que se vive en el país y lo que la ciudadanía quiere escuchar. Programas para los adultos mayores, para los jóvenes y sobre todo el compromiso de regresar para realizar una evaluación de los avances provocaba en los presentes reiteradas ovaciones.

«Es un honor estar con Obrador», «échale ganas viejito», «AMLO, AMLO, AMLOooo»,»te queremos viejito», «Chingate a los corruptos», «presidente, presidente, presidente», algunos de los gritos que se escuchaba a lo largo y ancho de la explanada que acondicionaron en la unidad deportiva de San José del Valle.

Después del discurso una larga valla humana lo esperaba a su paso, unos para saludarlo, otros para la foto y unos más para entregarle sus peticiones. Terminaron los apapachos y el mandatario acompañado de su personal se dirigían a Puerto Vallarta en sus camionetas, pero a su paso ya lo esperaba un contingente de ciudadanos para exponerle los graves problemas que viven.

Justo en la localidad de San Clemente de Lima, rumbo a Mezcales, se pudo observar que el convoy de AMLO se detuvo para escuchar a los ciudadanos. No se bajó de la camioneta pero tuvo la paciencia de escuchar esos gritos de desesperación por los problemas que viven en esa localidad, donde ya hay un número de muertos por conflictos territoriales.

Lo mismo ofreció unos minutos para recibir la demanda de los ciudadanos de Jarretaderas, quienes suplican porque Vidanta deje de afectarlos. Y es que esta empresa, una de las consentidas del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, antes de terminar su sexenio les otorgó todos los permisos habidos y por haber para poder destruir todo lo que le impida su libre crecimiento en infraestructura.

Los escuchó, se llevó las peticiones y después se retiró.

LO QUE SIGUIÓ EN PUERTO VALLARTA

Un día antes, sábado 11 de mayo, en la explanada de la API ya habían montado una enorme carpa y el escenario donde se presentaría el mandatario. Todo listo, sin problemas y sin mayores escándalos de parte de los responsables de la logística y seguridad del ejecutivo Puerto Vallarta ya estaba preparado para recibir a AMLO.

En las colonias populares se corría la voz, a través de las redes sociales sobre la visita de aquel hombre que en el 2006 vino a pedir el voto y para el 2012 hizo lo propio, sin dejar de mencionar que para el 2018 cuando vino como candidato atiborró el malecón con más de 15 mil almas.

De parte del gobierno federal no hubo acarreos, en cambio los comisionados de Carlos Lomelí en Puerto Vallarta si fueron a tocar puertas para invitarlos al evento del presidente. Mientras que, por el gobierno estatal, hicieron lo propio pero para apoyar a Alfaro e incluso el presidente municipal Arturo Dávalos, convocó a través de su cuenta de Facebook acudir a la API «para apoyar a nuestro gobernador», pidió. Tema que se retomó en nuestro muro de NoticiasPV y el mandatario estatal no salió bien librado en los comentarios.

Llegó el día y la hora. Ahí venía la comitiva a todo lo que daba. Tres, cuatro y hasta cinco unidades de la guardia de seguridad custodiaban al tabasqueño. Bajó de la camioneta y de ahí hasta el escenario todo fue la entrega total, entre ciudadanos y su presidente.

«Mira mamá ahí viene el viejito, ¡súbeme, súbeme lo quiero ver!», gritaba la pequeña que traía una camiseta con el caricaturesco rostro del «Peje» y que terminó emocionada al decir: «mami me saludó». Emociones encontradas, gritos, besos, apapachos, chiqueos, la foto para el Facebook, reclamos airados, saludos, cartas, mensajes y todo lo que ahí se movía era entorno al presidente.

Jamás en la historia de México, los ciudadanos habían podido tocar, saludar o por lo menos ver de cerca a su presidente y quienes tuvieron ese «privilegio» era la clase pudiente de ese entonces. El que estuvo en esta ciudad fue Gustavo Díaz Ordaz y tan sólo por pasear por el malecón, en gratitud los vallartenses de esa época le pusieron la calle del malecón «Paseo Díaz Ordaz» y por una orden presidencial del mismo priista, le pusieron su nombre al Aeropuerto Internacional de esta ciudad.

Hoy, la historia la está transformando un hombre que está plenamente identificado con «los de abajo». Y como no recordar la escena que se vivió el domingo, cuando López Obrador se detuvo a contemplar esa gran manta que plasmaba la inconformidad de un pueblo que vive bajo la amenaza de ser desalojado de sus tierras por los intereses de un particular. Esto en clara referencia al caso de Mismaloya.

O el tema de la hidroeléctrica allá en el puente Los Horcones o la destrucción de la montaña por parte del empresario Fernando González Corona, quien por cierto en recientes fechas su esposa, la ex senadora del PAN, Eva Contreras Sandoval y un grupo de miembros activos de ese partido, encabezaron una marcha en contra del mandatario federal, aquí en Puerto Vallarta.

Nada que ver la marcha de los González Corona- Contreras Sandoval y el PAN, con el evento de AMLO donde estuvo el pueblo que dejó en claro el gran respaldo que tiene el «Peje» para que tome las mejores decisiones para el país.

Retomando el tema de la visita de López Obrador, en el marco de los discursos los reflectores recayeron en Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, quien fue abucheado y recibió una gran rechifla que seguramente no olvidará.

Eso fue apabullante, donde pone al descubierto la realidad de un gobernante. Si bien Alfaro luego justificó el hecho de que este espectáculo estuvo orquestado «por quien nunca ha ganado una elección en su vida», en clara referencia al súper delegado en Jalisco, Carlos Lomelí, lo cierto es que el director de este montaje logró su objetivo. Y es que, en el discurso Alfaro trastabilló por unos minutos, retó a quienes le gritaban improperios y terminó su discurso con la advertencia de que en Jalisco y en Puerto Vallarta «no nos van a dividir».

Al quite salió AMLO,“ya chole con los gritos y con la falta de respeto a las autoridades. ¿Saben qué es eso? Con todo respeto es politiquería. Es como que se llamaba en el viejo régimen y ya no debe de existir la llamada grilla”

“Vamos a hacer política que es distinto, no grilla. Tenemos que levantar la mirada y pensar en el interés general, la patria es primero, para qué nos vamos a estar peleando, tenemos que unirnos. No estamos en campaña”, dijo categórico.

Y todo después se convirtió en aplausos y promesas de inversión para Puerto Vallarta en sus colonias populares.

Concluyeron los discursos y la estrella del momento siguió deslumbrando. Bajó del escenario y ya lo esperaban los ciudadanos para, al igual que en su ingreso, tocarlo, apapacharlo, besarlo, pedirle, y tomarse la foto «pa´el feis», dijeron.

Sí, ese fue Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, impulsor de la 4ta Transformación, en su primera visita a Puerto Vallarta.

                                                         
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