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35 años después del caso Camarena, Cártel intentó asesinar a otro agente de la DEA

Los hechos se remontan al mes de mayo de 2020, cuando fueron detenidos dos integrantes del CJNG por el procesamiento de metanfetamina (cristal) líquida procedente de México en laboratorios clandestinos ubicados en el estado de Texas

infobae.com/

Los hechos se remontan al mes de mayo de 2020, cuando fueron detenidos Manuel García Gómez Jorge Humberto Velazco por el procesamiento de metanfetamina (cristal) líquida procedente de México en laboratorios clandestinos ubicados en el estado de Texas, Estados Unidos.

La organización criminal, bajo la dirección de José Valdovinos Jiménez, un jefe de plaza del CJNG también conocido como “La Roca”, se dedicaba a blanquear los beneficios obtenidos de la venta de droga, aproximadamente 10 millones de dólares, según las autoridades, a través de una tienda de ropa con sede en Dallas llamada “Yoli’s Western Wear”.

La operación, de acuerdo con las investigaciones, llevaba en marcha al menos cinco años y enviaba el dinero de la droga a México a través de miles de pequeñas remesas, reportó Dallas News.

Días después del arresto de los miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el agente de la DEA responsable de la detención compareció ante el tribuna para rendir su declaración. El funcionario de la DEA fue identificado únicamente como “TH”. Sin embargo, gracias a su testimonio, el juez le denegó a Manuel García la libertad bajo fianza, por lo que él y Humberto Velazco fueron recluidos en el Centro de Detención del Condado de Johnson.

Complot para asesinar al agente de la DEA

FOTO DE ARCHIVO-Un agente de la DEA y un oficial de la patrulla fronteriza se encuentran junto a algunas de las más de 14 toneladas de marihuana incautadas después de descubrir un importante túnel transfronterizo de drogas en Otay Mesa, California November 16, 2011. REUTERS/Mike Blake

De acuerdo con documentos judiciales, citados por la periodista Laura Sánchez Ley, apenas dos días después de su declaración ante el juez, Manuel García Gómez, desde la cárcel, se puso en contacto con otra persona para pagarle USD 20 mil a cambio de que se “deshiciera” del agente estadounidense anti droga.

En sus primeras llamadas telefónicas desde la cárcel, García charló con otro hombre (cuya identidad no fue revelada) sobre la posiblidad de que le ayudara a contratar a alguien para asesinar al agente de la DEA que había estado detrás de su detención.

Otra llamada telefónica que tuvo con una persona que se encontraba fuera de la cárcel confirmó las intenciones de García Gómez.

Las llamadas que sostuvo desde el centro penitenciario fueron gestionadas por la empresa Blobal Tel Link, el cual se encarga de gestionar el sistema de comunicaciones para los reclusos en el Centro de Detención de Johnson. Según la acusación, el señalado llamó a su hermana Eva y a su hermana, Juárez Mártinez, para entregarles el dinero por la ejecución del agente de la DEADe esa forma se supo que Velazco Larios también iba aportar dinero para el “encargo”.

(EFE/Archivo)

El 8 de junio, Jorge Humberto habló con alguien llamado “Roberto”, quien le confirmó que Eva, la hermana de Manuel, llevaría el dinero para preparar el asesinato. Dos días después, Manuel le llamó a su novia, que se encontraba en México, Alicia Yuritzi Juárez, y quien tenía 2 mil dólares, para pedirle que aportara otros mil. Alicia, según las averiguaciones, habría aceptado por su parte del pago.

El 11 de junio de 2020, un hombre identificado por el tribunal solamente como “Roberto”, hizo un pago de 3 mil dólares y, cinco días después, aportó 2 mil dólares como parte del pago inicial para llevar a cabo el asesinato. Estos pagos se hicieron a nombre de García y Velazco.

El 15 de junio de ese año, también a través de llamadas telefónicas, Manuel confirmó que su hermana y su novia tenían fotografías y documentos para identificar al agente de la DEA que iba a ser asesinado.

Tiempo después, Eva Gómez recibió por WhatsApp una foto de una persona de la DEA, “TH”. Al día siguiente mostró la imagen a través de una videollamada con su hermano desde la cárcel. La imagen que apareció en la pantalla era la de un hombre canoso, de unos 50 años.

Sí, es él”, le respondió el implicado.

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