El capo siempre manejó un bajo perfil como conciliador con otros líderes delictivos de las últimas décadas y aunque se reportó su muerte en 2014, las autoridades norteamericanas siguen buscándolo
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El gobierno de Estados Unidos quitó de su lista negra a diez empresas y cinco personas ligadas con operaciones de narcotráfico y lavado de dinero en supuesta colaboración con Juan José Esparragoza Moreno, el Azul, entre ellas, al colombo-mexicano Hugo Cuéllar Hurtado y el resto de sus operadores.
Las entidades fueron fichadas bajo la llamada Ley Kingpin en febrero de 2014 y ocho años más tarde, el Departamento del Tesoro informó que las ha borrado de los Nacionales especialmente designados y listas de personas bloqueadas de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC).
De acuerdo con el registro consultado por Infobae México, las compañías mexicanas eliminadas del listado son AGRICOLA Y GANADERA CUEMIR; RANCHO LA HERRADURA CUEMIR; COOPERATIVA AVESTRUZ CUEMIR; PRENDA TODO, S.A. DE C.V.; y CASA DE EMPENO PRENDA TODO. Todas con sede en Jalisco.
Además de las empresas colombianas INVERSIONES HUNEL LTDA.; HOTEL PARAISO RESORT EN ARRENDAMIENTO; AGRO Y COMERCIO DE SANTA BARBARA LAGROMER; CASA COMERCIAL UNI QUINCE COMPRAVENTA; y COMPANIA AGRO COMERCIAL CUETA. Estos negocios fueron asentados en Bogotá y Huila.
Los familiares de Cuéllar Hurtado y sus presuntos operadores tampoco están clasificados en la Ley Kingpin. Se trata de la esposa del supuesto narcotraficante, Ofelia Margarita Miramontes Gutiérrez; los hijos del colombiano, Jenny Johanna Cuéllar Silva y Víctor Hugo Cuéllar Silva; además de Lucy Amparo Vargas Núñez, encargada de los negocios en Colombia.
Sin embargo, en este reporte no fueron desclasificados el otro hijo del capo, John Fredy Cuellar Silva, ni la esposa de este último, Gabriela Amarillas López. Ella es hija de quien fuera subsecretario de Administración del gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, Malova.
“John Fredy Cuellar Silva, el hijo de Cuellar Hurtado, actúa en nombre de su padre y también está brindando apoyo a las actividades de narcotráfico del Cártel de Sinaloa”, acusó el Departamento del Tesoro en 2014.
En su momento, las autoridades de EEUU indicaron que el colaborador del Azul Esparragoza era un narco de larga trayectoria que previamente trabajó con el Cártel de Medellín, pero al paso de los años comenzó a traficar cocaína para el Cártel de Sinaloa, tras asentarse en México en 1990.
“Se hace pasar por un empresario involucrado en empresas que van desde la cría de avestruces hasta las casas de empeño”, informaron el Departamento del Tesoro y la Administración del Control de Drogas (DEA).
Agrícola y Ganadera Cuemir, así como la Cooperativa Avestruz Cuemir fueron ubicadas en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Ambos negocios se dedican a criar avestruces, además de caballos de la raza frisian. Mientras que Casa de Empeño Guadalajara y/o Empeños Prestafácil; así como Prenda Todo, son casas de empeño en Guadalajara.
Las compañías colombianas son de carácter agropecuario, pero también hubo casas de empeño como en Jalisco. Y el resort de hospedaje en Rivera igual fue identificado como fachada para el lavado de activos.
De ahí que bienes, cuentas o propiedades en Estados Unidos de estas entidades fueron confiscadas. Pero ahora serán recuperadas eventualmente o ya no tendrán problemas para sostener negocios en ese país.
Juan José Esparragoza, el Azul, trabajó como detective en la Dirección Federal de Seguridad, una agencia de inteligencia del gobierno mexicano. De ahí pasó a sociedades criminales con capos de alto rango para fundar el Cártel de Guadalajara en 1980. Tras el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, el sinaloense fue detenido en 1986 y condenado a una pena que cumplió en 1992, cuando quedó libre.
De acuerdo con informes del gobierno de Estados Unidos, después de volver a las calles se alió con el Cártel de Juárez y trabajó como lugarteniente principal de Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los cielos. Sin embargo, ante la debacle de esta facción fungió como operador desde su bastión en Sinaloa, al lado de Ismael Zambada García, el Mayo, y Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
Aunque se reportó su muerte en 2014 debido a complicaciones de un infarto por convalecencias de un accidente, las autoridades mexicanas no lograron confirmar el dato reportado a nivel local. Continúa siendo buscado en México, donde se ofrecen 30 millones de pesos de recompensa por datos que lleven a ubicarlo, mientras que en EEUU ofertan más del triple de eso desde 2009: 5 millones de dólares.