Tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, denunciaron que el presidente Andrés Manuel López Obrador fracasó en su plan de pacificación para el país
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En la Reunión Anual del Sistema Universitario Jesuita, esta orden religiosa llamó a la sociedad civil a presionar a los gobiernos de todos los niveles para salir de la inacción que mantienen frente al crimen organizado y destacó que todo México sufre por la violencia y la desaparición de miles de personas.
En el panel “Justicia con Paz y Reconciliación” señalaron al gobierno federal por mantener una posición tibia frente a la crisis de inseguridad, donde la delincuencia tiene sometida a la población, por lo que la comunidad jesuita se sumó al clamor nacional por justicia y verdad ante una realidad en que casi 100 mil personas se encuentran desaparecidas.
Los rectores de la Universidad Iberoamericana en León, Puebla, Torreón, Tijuana, CDMX, además del ITESO, denunciaron que no existe seguridad para millones de mexicanos y se pronunciaron por la urgente necesidad de garantizar el Estado de Derecho en todo el territorio nacional.
Denunciaron que el presidente Andrés Manuel López Obrador fracasó en su plan de pacificación que presentó al inicio de su administración y lamentaron que su vuelta de timón hacia la militarización de la seguridad pública tampoco ha mostrado ningún resultado.
“Tenemos que decirle al gobierno que no basta con las elecciones y cambiar de partido”, porque el problema de la seguridad se mantiene latente en todos los estados de la República, expresaron este miércoles.
Juan Luis Hernández Avendaño, rector de la Ibero de Torreón, dijo que México puede considerarse un Estado fallido debido a que millones de mexicanos se encuentran abandonados por el gobierno, pues en gran parte del territorio nacional los narcotraficantes han tomado el control.
El sistema Universitario Jesuita celebró este miércoles por la mañana una misa en memoria de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, quienes fueron asesinados el pasado 20 de junio en la comunidad de Cerocahui, en Chihuahua.
Apuntaron que el caso de “Javier y Joaquín” deja en evidencia que los criminales se saben dueños no solo del territorio, sino de los cuerpos de sus víctimas, lo que profundiza el daño hacia la sociedad. En este sentido, demandaron enérgicamente la pronta recuperación de los restos de los clérigos y el guía de turistas que fueron asesinados en Cerocahui.
La comunidad jesuita señaló directamente a Noriel Portillo Gil El Chueco, como autor material del asesinato y destacó que el clima de impunidad en todo el país permite a los criminales actuar sin temor de enfrentar la justicia, por esa razón, llevó a cabo el panel “Justicia con Paz y Reconciliación”.
Mario Ernesto Patrón Sánchez, rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla, exigió al gobierno verdad, justicia y reparación por este caso, y condenó que los cuerpos de los dos sacerdotes se encuentren en calidad de desaparecidos.
Por esa razón, expresó que a esta orden religiosa le tocó vivir lo mismo que a miles de familias mexicanas por la desaparición de sus seres queridos. Ante ello, exigió a las autoridades actuar en todos los casos y romper el clima de impunidad con el que los criminales diseminan la violencia por todo el país.
Culparon a los partidos políticos de hundir a México en una crisis de seguridad desde hace 20 años y denunciaron que han permitido la participación de grupos delictivos a través de financiamiento de las campañas.
Por ello exigieron a los políticos de todos los colores coordinarse con el gobierno federal para elaborar una estrategia de seguridad eficaz que frene el avance del narcotráfico.