Los objetivos son acelerar la transformación social basada en el esquema educativo de cultura de la Paz y de propiciar un contexto social sin violencia
La regidora por MORENA, Sara Mosqueda Torres, presidenta de la comisión edilicia de seguridad pública y tránsito, presentó en sesión ordinaria de ayuntamiento la propuesta de crear el Reglamento de Cultura de Paz y Prevención del Delito para el municipio de Puerto Vallarta, Jalisco, el cual tiene objetivos claros que son:
acelerar la transformación social basada en esquemas educativos de cultura de paz, reconociendo que el fuego no se apaga con más fuego, que la belleza de Puerto Vallarta, siempre digna para la postal del turismo internacional, es consecuente con la capacidad de propiciar un contexto social sin violencia, “porque esa es la verdadera imagen que todos deseamos proyectar de nuestro pueblo al mundo”.
En el encuentro edilicio de esta semana, la edil vallartense expuso mediante diapositivas los antecedentes y los logros que se esperan con este reglamento.
La regidora Mosqueda destacó como antecedentes que se reglamenta debido a que el día 11 de mayo de 2021, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, promulgó en el diario oficial “El Estado de Jalisco”, el decreto número 28388/LXII/21, emitido por el Congreso del Estado de Jalisco, mediante el cual, se expide la Ley de Cultura de Paz del Estado de Jalisco, la cual, consta de tres títulos y 20 artículos, además de algunos artículos transitorios en los que se manda a los ayuntamientos expedir los ordenamientos municipales y reformas necesarias para armonizar su orden jurídico a las disposiciones previstas en esta nueva ley estatal, dentro de un plazo de 180 días naturales.
Es así como el día 18 de marzo de este año, se anuncia en el sitio oficial del gobierno del estado el arranque de la estrategia “Espacios para la paz”, cumpliendo así con lo establecido en la Ley de Cultura de Paz, como una estrategia de seguridad que ha llevado a la disminución de más de la mitad de los delitos en las colonias de la zona metropolitana donde se han implementado.
Sin embargo, el titular del ejecutivo estatal ordenó modificar el primer proyecto legislativo del congreso, quitando el Observatorio y el Consejo Estatal que se encargarían de aplicar y dar seguimiento a la Ley de Cultura de Paz, dejando el tema de los derechos humanos otra vez en buenas intenciones, pues únicamente se han utilizado recursos económicos para “rehabilitar espacios públicos”, pero no se generaron los recursos humanos, es decir, el personal especializado que debe llevar el mensaje de la Cultura de Paz como una herramienta educativa eficaz y permanente para la prevención social del delito y todos los tipos de violencia.
La edil también dijo, que el cargo que tengo como Presidenta de la Comisión Edilicia de Seguridad Pública y Tránsito del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, Jalisco, administración 2021 – 2024, me ha permitido trabajar de cerca con servidores públicos de carrera profesional en instituciones del sistema de justicia penal y seguridad pública, de modo que el conocimiento adquirido como abogada y operadora política me califica para confirmar que un delito en lo particular, tiene las mismas causas que generan la criminalidad en lo general.
Me refiero a la falta de acceso a una educación basada en la cultura de paz y la desigualdad de oportunidades, condiciones sociales que vulneran el sano desarrollo integral de las personas que cometen ilícitos de manera habitual.
En este nuevo reglamento defiendo que la prevención del delito se logra por medio de la cultura de paz, un derecho humano que el Estado tiene el deber de brindar más allá de los cuatro niveles de enseñanza obligatoria
Argumentó que la hipótesis del presente proyecto consiste en que la educación de la ciencia y las artes debe cultivarse permanentemente en toda la población, especialmente afuera de los edificios escolares, ya que el desarrollo social y económico de un pueblo es parte de un proceso educativo continuo e independiente al grado académico o la edad de los ciudadanos.
Dicho de otra manera, la cultura de paz se materializa de forma constante en las colonias, comunidades, plazas, kioscos, mercados, parques, unidades deportivas, museos, teatros, palacios de gobierno y en general, todos los espacios públicos en los que se manifiesta la convivencia natural y cotidiana de las personas.
La respuesta es porque la vida del planeta y el hombre están en peligro de extinción, de modo que después de la reforma al artículo 1° Constitucional en el año 2011, el sistema jurídico mexicano se suma a la misión global y urgente de hacer efectivos los derechos humanos, incluyendo los de tipo ambiental y de acceso a ciudades tecnológicas con servicios públicos de calidad, por lo cual, ya no se debe escatimar en el uso de todos los recursos disponibles para transformar la conciencia colectiva, antes de que nos auto destruyamos a escala mundial por satisfacer las adicciones más arraigadas del hombre, me refiero a la perversión histórica de acumular dinero, armas y poder para ponerlo todo al servicio de la violencia, es decir, al servicio de la impunidad delictiva y la guerra.
Se propone que todas las instancias de Seguridad Ciudadana, atención a grupos vulnerables y prevención de todas las violencias, así como las dependencias municipales y Organismos Públicos Descentralizados competentes para el desarrollo social (Sistema DIF, COMUDE y el Instituto Vallartense de Cultura), fijen como meta principal en sus programas anuales de trabajo.
El fomento del derecho humano de acceso a una cultura de paz que ordena el nuevo reglamento municipal, es decir, que en cada taller, curso, capacitación, proyecto o evento público, además de generar conocimiento, gozo y disfrute del deporte, las artes o el sano esparcimiento, se transforme la conciencia colectiva bajo el principio de que el desarrollo intelectual y espiritual del hombre a través de una educación para la paz, es la vía más eficiente para combatir el delito y todos los tipos de violencia.
El reto más difícil de esta propuesta en materia de seguridad pública, consiste en justificar la inversión de más recursos para fomentar una cultura de paz en Puerto Vallarta, confiando en que dicha decisión será efectiva para reducir los índices delictivos y prevenir al mismo tiempo todos los tipos de violencia.
Por eso es necesario analizar las estadísticas en el gasto público para combatir, investigar y judicializar los delitos en los tres niveles de gobierno, de modo que la inversión pública en materia de cultura de paz para la prevención del delito, es más bien un tema de desarrollo económico y mejora presupuestaria, es decir, si se estudian todas las cantidades económicas que vienen en la Exposición de Motivos del nuevo reglamento, llegamos a la firme convicción de que más fuerzas armadas o más órganos de justicia no disminuyen ni erradican la cultura de violencia en México, solo generan mucho gasto con mínimos resultados.
Dijo finalmente ante el cuerpo edilicio que la nueva legislación municipal es de orden público, interés social y de aplicación obligatoria para las personas que residen o visitan el municipio de Puerto Vallarta, el cual, tiene por objeto respetar, proteger, promover y garantizar la cultura de paz como derecho humano y como una estrategia política permanente para la prevención social del delito y todos los tipos de violencia, estableciendo las bases de coordinación para que las dependencias municipales implementen el programa educativo para la paz dentro de sus competencias.