Estados Unidos libera al hijo del Mayo Zambada

El supuesto heredero del narcoimperio fue condenado hace un mes, tras su arresto encabezado por la Marina en 2014; le restan tres años de libertad supervisada, pero si se le concede regresar a México, esa vigilancia ya no será problema

infobae.com

Ismael Zambada Imperial, el Mayito Gordo, fue dejado en libertad luego de cumplir la sentencia de nueve años que fijó un juez de la Corte del Distrito Sur de California.

De esa manera, el último de los herederos de Ismael Zambada García, el Mayo, que estaba tras las rejas ya volvió a las calles. Así se había previsto hace un mes que fue impuesto el castigo, pues la pena contemplaba el tiempo que Zambada Imperial pasó tras las rejas, desde su captura en Sinaloa en 2014

De acuerdo con los reportes, el Mayito Gordo abandonó una prisión de mediana seguridad en que se encontraba en el Centro de Detención Metropolitano de San Diego, en la región suroeste de California. La liberación fue confirmada por la Agencia Federal de Prisiones (BOP) del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

El pasado 24 de junio, cuando el Mayito Gordo fue condenado a 108 meses de cárcel, el juez Danna Sabraw consideró que la sentencia era suficiente y no mayor de lo necesario. El acusado ya se había declarado culpable desde 2021 de dos cargos para introducir drogas como miembro del Cártel de Sinaloa que dirige su padre. En abril de ese año también acordó perder 5 millones de dólares, los cuales pagó como una multa.

Ismael Zambada Imperial, El Mayito Gordo (Foto: Twitter@PedroFerriz)Ismael Zambada Imperial, El Mayito Gordo (Foto: Twitter@PedroFerriz)

Además admitió haber ordenado acciones de violencia a su paso por la organización criminal, así como haber exportado al menos 450 kilogramos de cocaína, y 90 kilos de heroína. También fue señalado de obtener armas de forma ilegal, corromper funcionarios, así como utilizar la violencia para amedrentar a miembros de la policía, narcotraficantes rivales y miembros de su propia organización criminal.

Los fiscales buscaron reducir la pena debido a la cooperación que Zambada Imperial brindó con las autoridadaes norteamericanas. Ahora le restan tres años de libertad supervisada, pero si se le concede regresar a México o es deportado, esa vigilancia ya no será problema.

Según el documento de sentencia consultado por Infobae México, el Mayito Gordo deberá cumplir una serie de 17 pautas tan pronto como salga de la cárcel, entre ellas supervisiones estándar para un acusado de su nivel.

De ahora en adelante, el hijo del Mayo Zambada no deberá reincidir a nivel federal ni local en Estados Unidos. Tampoco podrá poseer drogas ni usarlas. También tendrá que someterse a una prueba dentro de los 15 posteriores a su liberación, adempas de un par de evaluaciones periódicas. Además de proporcionar su ADN.

Una vez que haya salido, le fueron fijadas 72 horas para presentarse en las oficinas de libertad condicional correspondientes. Ahí es donde se fijan las instrucciones y cómo debe informar al oficial que debe supervisarlo. Por ejemplo, informes sobre su salida del área, responder las preguntas que le hagan, residir en un lugar aprobado y reportar si se muda de ahí antes de hacerlo.

Mientras esté bajo jurisdicción de Estados Unidos, podrá ser visitado en cualquier momento en su casa u otro punto. Para ello tendrá que permitir evaluaciones de objetos sospechosos a simple vista. Además, Zambada Imperial tendrá que conseguir un empleo estable y legal. Si representa un riesgo para alguien más, esa persona será informada.

Pero no podrá comunicarse con alguien que esté involucrado en actividades ilícitas, por ejemplo su padre o hermanos. Si es interrogado por otros agentes deberá notificarlo en un plazo de 72 horas. Le fueron prohibidas las armas de fuego o cualquier objeto destructivo.

El acusado no debe actuar ni hacer ningún acuerdo con una agencia del orden público para actuar como una fuente humana confidencial o informante sin obtener primero el permiso del tribunal

Ismael Zambada García (Foto: Oficina del Departamento de Estado de EU)Ismael Zambada García (Foto: Oficina del Departamento de Estado de EU)

En diciembre de 2019, durante su comparecencia ante las autoridades de EEUU, Zambada Imperial se declaró inocente de los cargos de los que era acusado, pero finalmente admitió las responsabilidades que tuvo en el Cártel de Sinaloa.

Según las investigaciones del gobierno norteamericano, entre mayo de 2005 hasta el 25 de julio de 2014, el Mayito Gordo formó parte del grupo transnacional comandado por su padre. De acuerdo con el documento del caso 14-cr-00658-DMS y datos de la Fiscalía General de la República, este capo comenzó su carrera delictiva a los 21 años. Nació en 1984 en Sinaloa, según información del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información.

El narco junior que presumía su vida lujosa en redes sociales fue detenido el 13 de noviembre de 2014 por elementos de las Fuerzas Especiales de la Secretaría de Marina en el poblado de La Estancia de Los Burgos, en el bastión del Cártel de Sinaloa.

Era el único hijo del Mayo Zambada que permaencía en la cárcel, pues Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, fue condenado a 15 años, luego de un acuerdo de culpabilidad de 2013. Formalmente quedaría libre en 2024, porque fue arrestado en México en 2009, pero se presume que está bajo el programa de testigos protegidos por testificar contra Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, en 2019.

Mientras que Serafín Zambada Ortiz, el Sera, fue detenido en 2013, se declaró culpable un año más tarde y cedió 250 mil dólares, que derivaron del tráfico de drogas en el Cártel de Sinaloa. Obtuvo una pena menor de cinco años y medio en 2018, pero quedó libre en septiembre de ese año, sin cumplir su condena completa y solamente pagar 58 meses.

Ismael Zambada Sicairos, conocido como el Mayito Flaco y/o Caballero, es el único hijo del líder del grupo criminal que nunca ha caído en prisión, al igual que el Mayo Zambada. Está implicado en investigaciones contra su padre y hermanos en el mismo tribunal del Distrito Sur de California desde 2013. Actualmente tendría 37 años y ya es objetivo de la Administración del Control de Drogas (DEA) a partir de febrero pasado.

                                                         
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