Miguel Catalán, falleció en la clínica 42 del Seguro Social. Estaba enfermo y ni así, el gobierno para que el tantos años trabajo, quiso darle este beneficio
Lamentable noticia se dio a conocer la mañana de este miércoles en las filas de Seguridad Pública Municipal, al ser enterados de la muerte la muerte de su compañero, por causa natural.
Se trata del policía Miguel Catalán Santiago, el cual lamentablemente falleció en la clínica 42 del Seguro Social, información que fue dada a conocer por sus familiares a los elementos de Seguridad Pública, quiénes sorprendidos y con llanto recibieron la mala noticia.
Miguel Catalán se encontraba enfermo desde hace tiempo, sin embargo, sus ganas de vivir por su familia eran muchas, al grado de que atendía cada uno de los consejos que les daban sus compañeros sobre atenderse y seguir los tratamientos médicos que le estaban dando.
La actitud de Miguel Catalán nunca cambió, siempre bromeando con sus compañeros, con quienes compartió momentos de trabajo de compañerismo y de amigos.
Miguel Catalán así como varios más, murió con la esperanza de ser jubilado por el Ayuntamiento de Puerto Vallarta, sin embargo, tal parece que nunca vio esa intención por parte de la dependencia municipal a la cual le trabajó durante muchos años, por lo que se espera que el Ayuntamiento no deje sola la familia de Miguel, debido a que él trabajo mucho por Puerto Vallarta.
Es de mencionar que la molestia de los elementos de Seguridad Pública Municipal existe, debido a que hay muchos elementos que están convalecientes en sus casas o en hospitales, algunos ya no se valen por sí mismo, algunos de ellos hasta han perdido la vista pero tal parece que el Ayuntamiento o no sabe, o no quiere saber de esta situación, ya que los elementos a pesar de que ya han cumplido con los años reglamentarios como para poder jubilarse, siguen siendo ignorados y aunque se escucha fuerte, pero quizás llegue primero la muerte que su jubilación.
El personal de Seguridad Pública Municipal cada que fallece un elemento, explotan en cólera, se molestan, se enojan con la dependencia a la cual le han entregado muchos años de su vida, sin embargo, cuando a ellos les toca el beneficio como lo es la jubilación, son ignorados por completo.
Hay elementos que en efecto, ha perdido la vista y aún así, se han negado a jubilarlos, los mantienen mejor como incapacitados en sus domicilios y nadie más que sus familias, hace algo por ellos, a algunos otros los mantienen en servicios establecidos.
Miguel Catalán esperaba con ansia su jubilación para poder estar con su familia y poder dejar algo seguro para ellos, sin embargo, tal como ya se mencionó, llegó primero la muerte que esté beneficio y así como él, muchos se han ganado, una jubilación de la cual nunca vio ni siquiera acercarse.
Los elementos de Seguridad Pública Municipal esperan que este Ayuntamiento voltee a verlos, le eche un ojo a los expedientes de los elementos que ya cumplieron y que ya por ley, les corresponde jubilarse.
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