Los testigos que se han presentado en la Corte de Brooklyn van desde exmiembros del crimen organizado hasta policías mexicanos y estadounidenses. Algunos de ellos han coincidido en los supuestos nexos del exfuncionario mexicano con integrantes del narcotráfico
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El juicio de Genaro García Luna en Estados Unidos llegó a su tercera semana. Hasta el momento se ha presentado una docena de testigos que van desde narcotraficantes hasta policías -algunos de ellos en calidad de colaboradores-, quienes han reiterado sobre los presuntos nexos del exfuncionario mexicano y algunos miembros del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.
El exsecretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón enfrenta cinco cargos: tres por tráfico de drogas, otro por delincuencia organizada y uno más por falsedad de declaraciones. Se le acusa de supuestamente recibir millonarios sobornos del crimen organizado para permitir el envío de cocaína, principalmente, al pais vecino.
Pese a los señalamientos en contra de García Luna, su defensa legal se ha mostrado confiada en el juicio, pues ha asegurado que la fiscalía estadounidense no cuenta con pruebas -como un documento, un audio, video o fotografía- que demuestren los presuntos vínculos criminales del “super policía”, quien ha manifestado una actitud apacible en la Corte de Brooklyn.
Coincidencias en sobornos
En la primera semana de audiencias el abogado de García Luna, César de Castro, intentó mostrar ante los miembros del jurado la “credibilidad” e “integridad” del exfuncionario al mostrar fotografías en las que aparece junto a Barack Obama y Hillary Clinton. Sin embargo, los testimonios de los testigos han señalado lo contrario.
El primer testigo colaborador que se presentó en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York fue Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, quien luego de ser Policía Ministerial en Coahuila pasó a ser miembro del Cártel de Juárez. El exnarcotraficante aseguró que estuvo presente en varias ocasiones cuando Arturo Beltrán Leyva le entregaba sobornos a García Luna.
Los pagos se efectuaron entre 2001 y 2006, cuando Genaro estaba al frente de Agencia Federal de Investigación (AFI) en el sexenio de Vicente Fox. Según El Grande, cada mes Beltrán le entregaba al exfuncionario mexicano entre un millón y un millón y medio de dólares a cambio de apoyar al Cártel de Sinaloa, mediante informes o detenciones de los grupos antagónicos.
Pero García Luna no era el único responsable de la expansión territorial del también llamado Cártel del Pacífico, pues según Sergio Villarreal la Policía Federal y parte del Ejército Mexicano apoyaban a la facción de Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada. Esto habría ocasionado diferencias con la organización de los Beltrán Leyva, lo que se vería refleado en el “secuestro” del exfuncionario mexicano en una carretera de Cuernava alrededor de 2008.
Los supuestos sobornos a García Luna fueron confirmados por otro testigo colaborador: Óscar Nava Valencia, alias El Lobo, exlíder del Cártel del Milenio. Este capo aseguró que vio en al menos dos ocasiones a García Luna con miembros del narcotráfico: una en Cuernavaca en 2007 -en la que estuvo presente Arturo Beltrán Leyva- y otra en un lavado de autos en Guadalajara en 2008. En esta segunda reunión el exfuncionario mexicano habría recibido cerca de 3 millones de dólares.
Asimismo, Nava Valecia declaró que le pagó 10 millones de dólares al exfuncionario mexicano a cambio de protección y de liberar un cargamento de 20 toneladas de droga que fue retenido en Manzanillo en el sexenio de Felipe Calderón.
Ese decomiso de droga también fue mencionado por otros dos testigos: Ernest Caín, expolicía de Chicago asignado a la división antinarcóticos, y Adrián Ibañez, agente de inteligencia de la DEA. Ambos hicieron referencia a un aseguramiento de mil 900 kilos de cocaína en 2007, uno de los más grandes en su tiempo.
Por su parte, Israel Ávila -operador financiero del Cártel de Sinaloa- declaró que García Luna aparecía en la nómina de la organización criminal, pues indicó que en un archivo de Excel vio los apodos de Metralleta y El Tartamudo, como era identificado el exfuncionario. Sin embargo, dijo no tener pruebas del documento.
De acuerdo con Miguel Madrigal, agente de la DEA que colaboró con autoridades mexicanas entre 2008 y 2015, dicha agencia tenía conocimiento desde 2010 de los supuestos nexos de García Luna con el crimen organizado, así como de sus encuentros con narcotraficantes.
Lo anterior fue confirmado por Francisco Cañedo Zavaleta, un expolicía federal quien afirmó que vio a García Luna reunirse con Arturo Beltrán Leyva y Édgar Valdez, alias La Barbie, en octubre de 2008 en un fraccionamiento de Cuernavaca, Morelos. Este ha sido el último testigo que se ha presentado en la Corte de Brooklyn.
Contradicciones
No todas las comparecencias de los testigos han tenido el mismo impacto en el juez Brian Cogan y en los miembros del jurado. Ejemplo de ello es la participación de Tirso Martínez Sánchez, El Futbolista, quien sólo hizo referencia a eventos que ocurrieron en la década de los 90′s, mientras que las actividades por las que García Luna es acusado sucedieron entre 2001 y 2012.
Es así que el juez concedió una moción para bloquear el testimonio de El Futbolista, además de considerar que sus declaraciones fueron una “pérdida de tiempo”, otro punto que la defensa del exsecretario de Seguridad usó a su favor para intentar desestimar los testimonios de los otros testigos.
Y es que así como hubo coincidencia entre las declaraciones de los testigos, también algunos cayeron en contradicciones. Tal fue el caso de El Lobo Valencia, quien fue severamente cuestionado por los abogados del “super policía”, a tal punto de haber confesado que se había reunido con personal de la DEA entre 2010 y 2020. Sin embargo, en ninguna ocasión mencionó el nombre de Genaro García Luna.
Es por ello que el abogado Florian Miedel le preguntó a Nava Valencia por qué no había hecho referencia al exsecretario de Seguridad antes de 2020. Finalmente, El Lobo reconoció que en el pasado mes de diciembre le había dicho a las autoridades del país vecino que nunca había conocido a García Luna.
Otros de los testigos que se han presentado en la Corte de Brooklyn son: Jamal Hornedo, agente de la DEA; Matthew Coleman, agente de la DEA; Héctor Tolentino, exjefe de una pandilla de Nueva York; Raúl Arellano Aguilera, expolicía federal, así como Harold Mauricio Poveda Ortega, alias El Conejo.
Pese a los señalamientos del juez Brian Cogan y las desestimaciones de la defensa legal del “super policía”, serán los 12 miembros del jurado (siete mujeres y cinco hombres) quienes decidirán si el exfuncionario mexicano es culpable o inocente. Se espera que el juicio de García Luna se extienda hasta el mes de marzo.