Radicales cerraron vialidad, moderados a favor de protesta sin afectar a terceros
Al final de cuentas, integrantes de los colectivos en el municipio de Puerto Vallarta, sin directriz, ni organización, mucho menos liderazgo, durante la manifestación de hoy en contra del programa de la verificación vehicular responsable, terminaron divididos y peleados.
La cita para la primera manifestación fue a las 9 de la mañana, iniciaron con discursos y entrevistas improvisadas el acuerdo era solamente una manifestación pacífica con altavoces y pancartas, así como la sola presencia afuera de las instalaciones del centro de verificación vehicular ubicado sobre la carretera de ingreso y salida a Puerto Vallarta.
Tenían claro que no se afectaría a la ciudadanía en tránsito, de aquellas personas que se trasladarían al aeropuerto internacional o a Bahía de Banderas, lo mismo que para transportistas de material y de servicio turístico.
Sin embargo, hubo grupos radicales que estaban en contra de la iniciativa del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, acerca de su proyecto de la verificación vehicular responsable, quienes propusieron el cierre de la carretera.
Lo que provocó una serie de inconformidades de quienes se consideran moderados, ellos mantuvieron su principio de no participar y generar caos.
Pero otros ciudadanos manifestantes, de los llamados radicales decidieron cerrar totalmente la importante arteria vial, en ambos sentidos.
Aunque en la mayoría de los cierres se dio un tiempo de 10 minutos para posteriormente abrir un carril a la circulación, el tiempo cada vez fue más espaciado.
Esto provocó malestar generalizado de los automovilistas y camioneros, quienes pretendían ingresar o salir de Puerto Vallarta por la carretera.
Dos horas después, de los 4 grupos colectivos identificados para protestar todo el día de hoy en contra de la medida de Enrique Alfaro Ramírez, 2 decidieron retirarse en virtud de manifestar su descontento por la medida de cerrar la circulación vial en la citada avenida.
A lo largo de la jornada hubo ataques verbales y agresiones entre ellos por las decisiones que se tomaron sin el consenso de los manifestantes.