Atentado en Tlajomulco: el terror encierra a los vecinos en sus casas (Video)

Uno de los sobrevivientes del ataque con minas en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, relata a Proceso qué ocurrió el 11 de julio último, cuyas explosiones mataron a seis personas y dejaron a una decena de heridos.

proceso.com.mx

GUADALAJARA, Jal (Proceso).– Desde el 11 de julio último, cuando ocurrió el ataque con siete minas de fabricación artesanal que dejó decenas de víctimas, se respira miedo en la calle Flaviano Ramos, en Tlajomulco de Zúñiga, cuyo principio es empedrado y se convierte en brecha conforme se sube hacia el cerro.

Hasta ese día el lugar era tranquilo y muy transitado por personas que iban a correr o simplemente caminar; se trataba de un espacio de paseo para las familias. Pero desde el atentado el camino luce desolado y el terror mantiene a los pobladores encerrados en sus casas.

El día del ataque seis personas murieron a consecuencia de la explosión de los artefactos, entre ellos tres elementos de la Fiscalía, un policía municipal y dos civiles.

Víctor Manuel Neri Velázquez es una de las 15 víctimas, pero sobrevivió. Vecino de dicha calle, relata cómo vivió el hecho y las secuelas de ello en su familia.

Recuerda que, previo a oscurecer, regresaba con su familia de acampar en el rancho que tiene en el cerro. Había dejado estacionado su auto justo en el punto donde estaban los explosivos, afuera del terreno, cuya propiedad se adjudicó Óscar Rodríguez, un hombre que falleció a consecuencia del estallido.

Neri dice que vio una patrulla de Tlajomulco y dos vehículos de la Fiscalía. Un elemento de esta última dependencia se le acercó para decirle que su auto tenía reporte de abandono. Víctor se sorprendió por el señalamiento y lo negó. El agente de la Fiscalía le pidió mostrarle los documentos del vehículo.

Neri. Víctima colateral. Foto: Especial

En otro momento, Víctor vio a un integrante de la Fiscalía conversando con dos hombres, identificados como “Sergio” y “Samuel”, quienes para su sorpresa –después del estallido– fueron detenidos y acusados de participar en el atentado, y a quienes el 21 de julio el juez décimo sexto de Control, Gildardo Joel Landeros Parra, vinculó a proceso y les dictó prisión preventiva por dos años, debido a la gravedad de los hechos.

Ambos están acusados de cometer homicidio calificado, tentativa de homicidio, delitos cometidos contra representantes de la autoridad, daños en propiedad ajena y asociación delictuosa.

Heridas

Habrían transcurrido unos tres minutos desde que llegó Víctor Neri con su familia cuando un vehículo de la Fiscalía y la patrulla se movieron del lugar.

Víctor se encontraba detrás de la cajuela de su auto metiendo las mochilas que contenían lo que usaron para acampar, dio unos pasos atrás y escuchó la explosión.

No vio fuego, sólo sintió un intenso zumbido en los oídos; se incorporó para ayudar a sus familiares. Alcanzó a ver tres cráteres, dos atrás de su vehículo y uno adelante.

Intentó llamar al número de emergencia 911, pero no tomaron la llamada. Se comunicó con su hermano para que pidiera las ambulancias. Dice que la ayuda tardó mucho en llegar, “pero ya después viendo las cosas dicen que sí llegó pronto”.

Víctor notó que Samuel también pidió ayuda a emergencias, puesto que sus amigos Óscar y Sergio estaban heridos.

Del total de lesionados, seis son familiares de él, como su esposa Karla Paola, quien apenas fue dada de alta. Ella sufrió quemaduras en pies, abdomen y manos, así como laceraciones en otras partes de su cuerpo; además, no veía ni escuchaba.

La mujer aún no puede caminar.  “Le da miedo subir al cerro y salir de casa”, lamenta Víctor.

La persona que resultó más grave es su prima y comadre, Esmeralda Margarita, quien aún permanece internada en el Centro Médico Nacional de Occidente, donde fue operada el miércoles pasado de la mandíbula, pues sufrió diversas facturas. Ella tenía una hemorragia en el cuello y Víctor le colocó su suéter para detenerla mientras llegaban los paramédicos.

Otra de sus primas también sufrió lesiones, pero ya se encuentra bien.

Sus tres sobrinos, todos menores de edad, están traumados, asegura. Han acudido a recibir atención psicológica en el DIF. En los primeros días se despertaban llorando y gritando.

Uno de los menores de edad tiene incrustadas esquirlas en la pierna, por lo que requiere una operación que se realizará en cuatro semanas en un hospital del Seguro Social.

Todos presentaron lesiones en oídos y vista. Ya recuperaron de manera parcial la audición y les retiraron los metales de los ojos.

En el predio donde ocurrió todo, cintas amarillas permanecen marcando el evento que alteró la rutina de los vecinos de la calle Flaviano Ramos.

Víctor Neri espera que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, cumpla su compromiso de ayuda total, y le paguen su auto que quedó severamente dañado.

“Es lo más viable (que nos paguen el auto); nosotros no tuvimos nada que ver y pues fue un atentado lo que pasó ahí”, expone.

Actualmente el vehículo familiar, que tiene descuadrada la parte frontal, así como las puertas y todos los cristales rotos, está en resguardo de Fiscalía.

Los detenidos tras el atentado. Foto: Especial 

El 27 de julio último la Fiscalía informó que detuvo a una tercera persona presuntamente implicada en el atentado en Tlajomulco, identificado como Alejandro N. Se le señala por los mismos delitos que a Samuel y Sergio.

“Con base en las indagatorias de seguimiento que realiza esta representación social, está identificado como quien, con la ayuda de otros sujetos, presuntamente colocó los artefactos explosivos en el camino que se encuentra en la confluencia de las calles Abasolo y Flaviano Ramos norte, en la zona centro del municipio”.

Alejandro también fue puesto a disposición del Juez Décimo Sexto de Control.

                                                         
Compartir