La alta demanda de restaurantes y la baja de ciertas especies, provoca que suban los precios
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Con la llegada inminente de la Cuaresma, la tradicional temporada religiosa que impulsa el consumo de pescados y mariscos en México, los precios de estos productos han experimentado un alza significativa.
Esta alza genera una preocupación en miles de familias que se preparan para determinar que podrán consumir en esta temporada religiosa donde muchos dejan de consumir carnes rojas.
En los mercados y tianguis de todo el país, el kilo de pescados y mariscos ha registrado aumentos de hasta un 75% en comparación con sus precios habituales, según datos recopilados.
Este fenómeno, que se repite anualmente, afecta no solo a los consumidores finales, sino también a los comerciantes y a diversos sectores económicos relacionados.
¿Qué factores hacen que aumenten los precios?
El efecto dominó comienza en los principales productores, donde la alta demanda durante la Cuaresma provoca un aumento en los precios desde la fuente misma.
Cabe destacar que en esta temporada, muchos locales y restaurantes basan sus platillos a base de pescados y mariscos, lo cual se refleja en que aumente la demanda por los diversos productos y por ende suba el pecio.
Comerciantes señalan que los productos más escasos son los que experimentan los mayores incrementos, y algunos han llegado a subir hasta 10 pesos por kilo en la primera semana de la temporada.
La escasez de productos como la jaiba ha llevado a que algunos mariscos superen los 200 pesos por kilo, con piezas más exclusivas alcanzando casi los mil pesos. La lista de precios revela la magnitud del impacto en los bolsillos de los consumidores:
- Mojarra en 120 pesos
- Cazón en 149 pesos
- Huachinango en 699 pesos
- Camarón en 150 pesos
- Tilapia en 279 pesos
- Robalo en 524 pesos
A pesar de estos costos elevados, muchos consumidores continúan adquiriendo pescados y mariscos durante la Cuaresma, manteniendo viva la tradición religiosa y cultural.
Algunos optan por buscar alternativas más económicas, mientras que otros ajustan sus presupuestos para poder disfrutar de estos alimentos durante este período especial.
La situación ha generado preocupaciones sobre el impacto económico en las familias mexicanas, especialmente aquellas con ingresos limitados.
Se espera que una vez finalizada la temporada de Cuaresma, los precios de los productos marinos se estabilicen, aliviando la presión económica que enfrentan tanto los consumidores como los comerciantes.