Hospital zona 42
Los familiares de pacientes internados en el hospital 42 del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, siguen estando sin las mejores condiciones.
Las cuales son caóticas afuera de las instalaciones, a un costado de la zona de urgencias.
Personas durmiendo a la intemperie, otras sin alimentos, unas más con muletas o en silla de ruedas.
En las afueras del Hospital 42 en Puerto Vallarta, se evidencian condiciones desalentadoras para los familiares de los pacientes que esperan en la zona de urgencias.
Estas personas a menudo se enfrentan a una falta de comodidades básicas, como asientos adecuados, refugio contra las inclemencias del tiempo y acceso a servicios sanitarios.
La situación se agrava especialmente durante los períodos de alta demanda, cuando el espacio disponible se ve abrumado por el flujo constante de familiares preocupados.
La falta de instalaciones adecuadas para los acompañantes de los pacientes puede tener un impacto significativo en su bienestar físico y emocional.
La exposición prolongada a las condiciones adversas del entorno exterior puede aumentar el estrés y la ansiedad, lo que dificulta aún más la situación ya desafiante de tener un ser querido enfermo.
Además, la escasez de recursos básicos, como agua potable y alimentos, puede agravar aún más la situación de aquellos que pasan largos períodos esperando noticias sobre la condición de sus familiares.
La ausencia de medidas para mejorar las condiciones de espera afuera de la zona de urgencias del Hospital 42 refleja una preocupante falta de atención a las necesidades humanas básicas.
Es fundamental que las autoridades sanitarias y locales reconozcan esta problemática y tomen medidas concretas para abordarla.
Esto podría implicar la creación de áreas de espera más cómodas y seguras, así como la provisión de servicios de apoyo psicológico y social para los familiares afectados.
En última instancia, mejorar las condiciones para los familiares de los pacientes en el Hospital 42 no solo es una cuestión de comodidad, sino también de dignidad y respeto hacia aquellos que atraviesan momentos difíciles.
Es imperativo que se tome acción para garantizar que estos individuos reciban el apoyo y la atención que merecen mientras acompañan a sus seres queridos en momentos de crisis médica.