Al adoptar estas plantas, se puede usar también en oficinas promoviendo un ambiente interior más saludable
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En un mundo donde la contaminación se infiltra sigilosamente en nuestros hogares, las plantas se alzan como guardianes silenciosos, purificando el aire que respiramos y brindando un respiro de aire fresco en un entorno cada vez más contaminado.
Reconociendo su importancia vital, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha emitido advertencias sobre los peligros de la contaminación interior, que puede surgir de fuentes tan cotidianas como el humo del tabaco, los productos de limpieza químicos, los materiales de construcción y mobiliario, entre otros.
En respuesta a esta preocupación creciente, la NASA, bajo el liderazgo del renombrado experto en ecología, BC Wolverton, ha llevado a cabo estudios exhaustivos que confirman la eficacia de ciertas plantas en la absorción de toxinas y la mejora de la calidad del aire interior.
Estos hallazgos establecen un nuevo paradigma en el diseño y la gestión de espacios interiores, destacando el papel esencial de las plantas como aliadas indispensables para la salud y el bienestar humano.
¿Qué plantas son bien vistas por la NASA?
Entre las plantas identificadas por la NASA como poderosos purificadores de aire se encuentran la hiedra inglesa, los crisantemos, la palma areca, la planta serpiente y el potos.
Estas especies vegetales no solo agregan belleza y vitalidad a nuestros entornos internos, sino que también actúan como verdaderos filtros naturales, eliminando una variedad de contaminantes comunes como el formaldehído, el benceno, el xileno y el tricloroetileno, que pueden afectar negativamente nuestra salud respiratoria y nuestro bienestar general.
- La hiedra inglesa, conocida por su capacidad para trepar y cubrir superficies, es una opción popular para espacios con poca luz, donde puede prosperar y cumplir su función de limpieza del aire.
- Los crisantemos, con sus vibrantes flores, no solo añaden un toque de color a cualquier ambiente, sino que también son eficaces en la eliminación de compuestos orgánicos volátiles (COVs) como el formaldehído y el amoníaco.
- La palma areca, con su exuberante follaje, es una excelente opción para combatir el aire viciado por productos químicos comunes encontrados en productos de limpieza y muebles.
- Por su parte, la planta serpiente y el potos son expertos en la absorción de benceno, un carcinógeno presente en muchos productos de uso diario, como el humo del tabaco y los plásticos.
Estos descubrimientos científicos recalcan la importancia de integrar la naturaleza en nuestros espacios interiores como una estrategia efectiva para contrarrestar los efectos nocivos de la contaminación del aire.
Al adoptar estas plantas recomendadas por la NASA en nuestros hogares y lugares de trabajo, no solo estamos mejorando la calidad del aire que respiramos, sino también promoviendo un ambiente interior más saludable.
En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad y el bienestar humano, las plantas se elevan como verdaderos héroes silenciosos, ofreciendo una solución natural y efectiva para combatir los desafíos ambientales que enfrentamos en el siglo XXI.