El presidente Luis Arce juramentó a nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas, mientras tanquetas y unidades de combate desarrollaban en las afueras de la Casa Grande, sede del Ejecutivo, la intentona golpista.
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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La intentona golpista ocurrida este miércoles en Bolivia fue desactivada esta tarde luego de que el presidente Luis Arce cambió al alto mando militar y de que el nuevo comandante del Ejército, general José Wilson Sánchez, llamó a los sublevados que asediaban la sede de gobierno a retornar a los cuarteles.
En un acto realizado en la Casa Grande, sede del Ejecutivo, mientras tanquetas y unidades de combate desarrollaban en las afueras la intentona golpista, Arce juramentó como nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas a Sánchez, al general de la Fuerza Aérea Gerardo Zavala y al vicealmirante de la Armada, Wilson Guardia.
De esta forma, el presidente boliviano relevó del cargo al general golpista Andrés Zúñiga, que hasta ese momento se desempeñaba como comandante del Ejército y quien encabezaba a decenas de militares golpistas en la Plaza Murillo, frente a la Casa Grande.
Al asumir el mando, el general Sánchez ordenó a todo el personal militar que se encuentra movilizado en las calles retornar a sus unidades, lo cual ocurrió ya que los vehículos de combate, tanquetas y comandos armados se comenzaron a retirar de la sede de gobierno y de la plaza principal.
Sánchez también llamó al sublevado general Zúñiga que evite el derramamiento de sangre de los soldados a su mando.
“Vamos a cumplir la Constitución y las leyes que rigen a las Fuerzas Armadas”, aseguró el nuevo comandante del Ejército, quien ofreció a obedecer al gobierno “legalmente constituido” y que encabeza el presidente Arce.
Arce, por su parte, dijo que el intento de golpe de Estado desarrollado por militares desleales mancha sus uniformes y atenta contra la Constitución, pero destacó que Bolivia también cuenta con militares que respetan las leyes.
“Deploramos actitudes de malos militares que lamentablemente repiten la historia tratando de hacer un golpe de Estado cuando el pueblo boliviano siempre ha sido un pueblo democrático”, dijo el presidente, entre gritos de los asistentes al improvisado acto:
“¡Lucho, amigo, el pueblo está contigo!” y “¡No a los golpistas!”, coreaban los ministros y funcionarios presentes en la ceremonia.