El clima, la condición biológica y la actividad física de cada persona son factores que determinarán la frecuencia
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El hábito de bañarse regularmente es una práctica comúnmente aceptada como esencial para la higiene personal. Este acto no solo elimina el sudor, la suciedad y otros residuos en el cuerpo, sino que también ayuda a prevenir infecciones y a mantener la piel en buen estado. Sin embargo, existen diversas posturas sobre la frecuencia adecuada para realizarlo.
Algunos expertos afirman que bañarse todos los días puede resultar en consecuencias adversas para la piel, como la resequedad. Este grupo sostiene que el contacto diario con el agua y los productos de limpieza puede eliminar los aceites naturales de la piel, causando irritación y descamación.
Por otro lado, hay quienes defienden la práctica de ducharse hasta dos veces al día argumentando que esto impide la acumulación de bacterias que se recogen del entorno. Según esta perspectiva, una mayor frecuencia de baño contribuye a una mejor prevención de enfermedades relacionadas con la piel y una sensación de frescura continua. ¿Cuál es la mejor opción? Expertos responden.
Qué dicen los expertos sobre el baño diario
El Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM ha emitido recomendaciones sobre la frecuencia del baño, destacando tres factores clave: el clima, la condición biológica y la actividad física de cada persona. Estos elementos son determinantes para decidir cuántas veces a la semana se debe bañar una persona, explicó el académico Ariel Vilchis Reyes.
Según explicó Reyes, en climas fríos se sugiere bañarse de dos a tres veces por semana. Sin embargo, en climas cálidos y con sudoración abundante, se recomienda bañarse hasta dos veces al día. La condición biológica de cada individuo también influye en esta decisión, ya que cada cuerpo es diferente y produce distintas cantidades de sudor y grasa en la piel.
Por otro lado, un documento perteneciente al Harvard Health Publishing añade que la piel humana mantiene una capa natural de aceite y bacterias “buenas”. Bañarse y frotarse diariamente con agua caliente puede perjudicar dicha capa causando resequedad, irritaciones y picazón en la piel.
La piel seca facilita la aparición de infecciones y reacciones alérgicas causadas por microorganismos presentes en la superficie cutánea. Además, se establece que es esencial que el sistema inmunológico humano esté expuesto a patógenos externos para generar anticuerpos y proteger el organismo.
Finalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre la importancia de no exceder los cinco minutos en la ducha. Esta recomendación responde a razones de sostenibilidad y ahorro de agua, así como a consideraciones para la salud de la piel.
El organismo sugiere que las duchas sean breves y con agua tibia. Ponen énfasis en la limpieza de áreas del cuerpo que tienden a generar mal olor, como las axilas, genitales, pies e ingles. En cuanto al uso de productos de higiene, la OMS aconseja utilizar jabón neutro y sin perfume.
Entonces, ¿con qué frecuencia debe bañarse?
En conclusión, no es imprescindible bañarse diariamente para la mayoría de las personas. Bañarse cada 2 o 3 días es considerado suficiente para mantener una higiene adecuada. Sin embargo se debe tener en consideración las actividades de cada individuo por lo que, si se considera necesario, puede ser con una frecuencia mayor. Pero también es recomendable conocer el tipo de cuerpo.