Malos olores
Es la constante queja de muchos de los ciudadanos locales y turistas tanto nacionales como extranjeros, a su paso en avenida de ingreso, Francisco Medina, muy cerca del complejo de Los Tules, un canal cuyas aguas están sucias y en la zona persiste un pésimo olor.
Situación que se agrava hoy en temporal de lluvias y de altas temperaturas.
El mal olor es mayor en horas pico entre las 12 y las 15 horas.
En Puerto Vallarta, el canal pluvial ubicado en la Avenida Francisco Medina, a la altura de Los Tules, se ha convertido en una fuente de preocupación para residentes y visitantes.
La acumulación de desechos y la falta de mantenimiento han generado una notable pestilencia que afecta la calidad del aire y el entorno general.
Esta situación no solo es desagradable desde el punto de vista estético, sino que también plantea riesgos para la salud pública al propiciar la proliferación de bacterias y otros patógenos.
La suciedad en el canal pluvial es evidente, con montones de basura, restos orgánicos y escombros que se acumulan en sus bordes.
La presencia de estos residuos no solo degrada el paisaje urbano, sino que también impide el flujo adecuado del agua, aumentando el riesgo de inundaciones durante las lluvias intensas.
Esta acumulación de basura y la consecuente obstrucción del canal reflejan una falta de atención y mantenimiento por parte de las autoridades responsables.
Además del impacto ambiental, la situación también afecta la calidad de vida de quienes viven y trabajan en las cercanías.
Los malos olores persistentes pueden generar incomodidad y malestar entre los residentes, mientras que la visibilidad de un canal en mal estado contribuye a una percepción negativa de la zona.
La falta de acción para resolver estos problemas contribuye a una creciente frustración entre los habitantes, quienes esperan medidas efectivas para mejorar las condiciones del área.
Para remediar esta situación, es crucial que se tomen medidas inmediatas y eficaces.
Las autoridades locales deben implementar un plan de limpieza regular y mantener el canal en condiciones adecuadas, evitando así la acumulación de desechos.
Además, se debería considerar la posibilidad de reforzar la infraestructura del canal para prevenir futuros problemas de obstrucción y contaminación.
Una acción decidida no solo mejoraría el entorno urbano, sino que también demostraría un compromiso con el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos de Puerto Vallarta.