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Ciudad de México. Tras presentarse el sexto informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados, las bancadas de Movimiento Ciudadano en el Congreso de la Unión reclamaron que la “distorsión de las reglas electorales otorgó una mayoría calificada artificial a quien no lo merecía”. Al presentar el posicionamiento de este partido, el senador Clemente Castañeda aseveró que el reparto de espacios plurinominales fue “ilegítimo y es un fraude a la democracia”.
“Iniciamos esta Legislatura con una mayoría efectivamente ganada en las urnas, producto de una contienda electoral profundamente inequitativa, y que ahora ha sido inflada artificial y anticonstitucionalmente gracias a un modelo que permite que el arreglo de las cúpulas partidistas esté por encima de la voluntad popular”, agregó.
Movimiento Ciudadano fue la primera bancada en presentar su posicionamiento luego de que momentos antes el informe de gobierno fue entregado por la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.
El legislador reconoció que en el sexenio que está por concluir hubo avances en la política laboral y de incremento al salario mínimo, una legislación de avanzada en materia de igualdad de género y una ampliación y constitucionalización de los programas sociales que, dijo, MC apoyó.
No obstante, cuestionó si dichos avances son suficientes para una “verdadera transformación de la vida pública”.
Durante su intervención, que realizó casi en su totalidad antes los gritos de reproche de los morenistas, Castañeda afirmó que la fallida estrategia de seguridad de los últimos dos sexenios, continuó y se profundizó con “la militarización del país y no se alcanzó la paz”.
Además, “la corrupción no terminó, sino que se ampliaron los márgenes de opacidad y discrecionalidad”, mientras que “se destruyó el sistema de salud pública con consecuencias trágicas” y consideró que se lucró con la pobreza y se dió la espalda a las víctimas.
“En términos de resultados no está muy lejos el modelo neoliberal: más desigualdad, más militarización, más violencia, más polarización, más devastación ambiental, menos ejercicio de derechos, e incluso estigmatización de la protesta, la crítica y la disidencia, como la de los miles de jóvenes que, por cierto, hoy marcharon contra la mal llamada reforma judicial”, señaló.
En tanto, al añadir que los mexicanos eligieron a una presidenta de la República que representa la continuidad del gobierno actual, apuntó que “la voluntad popular que se expresó el 2 de junio no fue invisibilizar, mucho menos eliminar la pluralidad política para transitar a una visión única y monocolor del país. En una democracia, el poder mayoritario no significa poder sin límites”.
Ante la discusión de las reformas constitucionales, entre ellas la del Poder Judicial, llamó a una reflexión real, sin simulación, y que no sea de trámite o consigna.
“Preocupa la insistencia de terminar de militarizar la seguridad pública sin una visión de Estado que piense en las instituciones civiles seguridad, empeñando el futuro de comunidades enteras que están bajo asedio del crimen organizado. Preocupa la adicción que se tiene a la prisión preventiva oficiosa, a la prisión sin juicio, como una solución mágica para todos los problemas de la criminalidad, cuando no se ha hecho un solo esfuerzo para mejorar nuestro sistema de investigación, inteligencia y procuración de justicia. Preocupa que desde una visión primaria se pretendan destruir organismos autónomos, sin pensar en las consecuencias que tiene en el ejercicio de los derechos humanos”, continuó el emecista.
Y remató que dichas reformas, condicionarán el futuro de la administración federal que está por iniciar. “Porque sí, sí preocupa que quieran a hacer al próximo gobierno el responsable de los fracasos del actual. Me hago cargo de mis palabras, pero si prosperan estas reformas estaríamos a punto de presenciar la destrucción de la democracia desde el interior de la democracia misma, la inauguración de una autocracia constitucional”.
Con los gritos de desaprobación desatados desde la tribuna parlamentaria, concluyó: “Aunque griten mucho, no les tenemos miedo. No tenemos miedo a defender lo que creemos, ni a confrontar ni a desmentir al poder”.