Hallan restos óseos y áreas de adiestramiento en centro de exterminio en Teuchitlán

El lugar fue nuevaente revisado por autoridades y colectivos de búsqueda quienes hallaron restos humanos y evidencia de adiestramiento criminal en el Rancho Izaguirre, señalado como centro de exterminio en Teuchitlán.

Newsroom | NoticiasPV

El Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, ya identificado como un centro de exterminio y adiestramiento del crimen organizado, fue nuevamente inspeccionado por autoridades estatales y federales, en colaboración con colectivos de búsqueda de personas desaparecidas. Durante la jornada, se supervisaron los trabajos periciales y el registro de indicios en el predio, donde se localizaron restos óseos y otros objetos vinculados con posibles desapariciones.

Las investigaciones, que comenzaron el 18 de septiembre de 2024, han sido encabezadas por la Fiscalía del Estado, la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas, la Comisión de Búsqueda de Personas de Jalisco y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.

Pero en esa fecha no encontraron tales evidencias hasta que uno de los Colectivos de Buscadoras evidenció que las autoridades si tuvieron conocimiento del lugar pero nunca actuaron para esclarecer lo que ahí sucedió.

Hoy el gobierno de Jalisco, encabezado por Pablo Lemus, decidiendo actuar ante el Impacto de la noticia que conmocionó al mundo, al compararlo con los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial.

Según el comunicado de hoy, al hallazgo en el lugar se sumaron la Comisión Nacional de Búsqueda, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República, que aportaron tecnología y personal especializado para avanzar en las investigaciones.

Integrantes de colectivos de búsqueda, como Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos (FUNDEJ) y Guerreros Buscadores de Jalisco, participaron en el recorrido y verificaron los avances. Entre los hallazgos confirmados están fragmentos óseos, prendas y otros objetos que ya están bajo análisis.

En el lugar también se identificaron habitaciones, baños, bodegas, una cocina y áreas para adiestramiento táctico y acondicionamiento físico. Sin embargo, las autoridades descartaron la existencia de hornos en el predio.

Durante las excavaciones, se utilizaron drones multiespectrales y térmicos, así como técnicas de análisis geofísico, como georradar y estudios de resistividad eléctrica. Estas herramientas permitieron detectar posibles anomalías en el subsuelo que podrían estar relacionadas con entierros clandestinos.

                                                         
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