En cuestión de minutos
Los atardeceres en playas de Puerto Vallarta, son espectaculares y más cuando desde el mar el sol se oculta y del otro extremo en las montañas emerge la imponente luna.
Blanca, brillante llena de luz y energía.
En Puerto Vallarta, la vista se torna mágica cuando el sol comienza a desaparecer en el horizonte del mar.
Las aguas, reflejando los últimos destellos dorados del día, se mezclan con los colores anaranjados y violetas que pintan el cielo.
La brisa suave acaricia la piel de los que aún pasean por la playa, mientras la tranquilidad de la escena invita a la reflexión.
Las olas susurran suavemente, como si quisieran guardar para siempre el recuerdo de ese atardecer.
Mientras tanto, en el lado de las montañas, la luna emerge lentamente, blanca y brillante, como una joya en el cielo.
Su luz se refleja sobre las cumbres, creando sombras misteriosas que dan una sensación de calma y serenidad.
La transición del día a la noche es perfecta en ese rincón de México, donde la naturaleza muestra su contraste entre el sol que se oculta y la luna que se alza con fuerza, iluminando todo a su paso.