De acuerdo con el medio Emeequis, se realizaron trámites de manera irregular para el cambio de régimen de propiedad ejidal a propiedad privada
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Hay múltiples preguntas sin responder en el caso del rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, entre ellas la posible colusión de las autoridades locales y estatales. Una reciente publicación de Emeequis, revela el modus operandi del Cártel Jalisco Nueva Generación, organización que estaría detrás de los hallazgos en este predio, para despojar de su propiedad a un pobladorTe puede interesar:Identifican pertenencias de veracruzanos desaparecidos en rancho de Teuchitlán, Jalisco
Don Genaro Ramírez, nombre que se le dio para preservar su seguridad, era el dueño de esta parcela, aunque hace algunos años este terreno dejó de ser administrado por él, según la investigación realizada por Esteban David Rodríguez.
Según la historia ampliamente conocida por pobladores de La Estanzuela de Teuchitlán. En 2012, un par de hombres llegaron hasta el domicilio de Don Gerardo, donde estaban él, su esposa y su hija, los sujetos evidenciaron su interés por adquirir su parcela, tanto que uno de los hombres tomó a la joven y le advirtieron que de no hacer negocios con ellos le harían daño
“Dice don Genaro que los hombres que hablaron con él no iban armado, pero ni falta que hacía, por la manera y el imperio con que le hablaron”, dijo uno de los habitantes al citado antes mencionado.

Cuando fue encardo por estos hombres, Don Genaro estaba cerca de sus 50 años y no tuvo alternativa más que vender su parcela, aunque el certificado parcelario lo conservó, sin hasta ahora saber por qué aquellos hombres le habrían dejado aquella documentación. Pero, ello no fue impedimento para que tiempo después se construyera la barda perimetral y el ahora ampliamente conocido zaguán con la leyenda “Izaguirre Ranch”.
Tras la coacción de Don Genaro para ceder su propiedad, la familia no presentó alguna denuncia ante las autoridades locales o estatales, ello por temor a que su hija pudiera estar en riesgo por las amenazas recibidas. “Vivió con miedo desde entonces”, dijeron sus conocidos.
Incluso Don Genaro contrajo mal de Parkinson que asocian a la tensión que le causó el despojo de su terreno y saber quiénes se habían quedado con el mismo, pues pese a no haber una confirmación de la ocupación de los compradores “no era difícil deducir”.

Reaparición del rancho
Esteban David Rodríguez señala que no fue hasta este año en que a Don Genaro y su familia los alcanzó aquel suceso de 2012, pues el ayuntamiento requirió el pago del predial de la parcela, que significaba una cosa que el rancho había pasado al estatus de dominio pleno, en otras palabras: se convirtió en propiedad privada, aunque alguien tuvo que haber dado alta en el catastro del ayuntamiento de Teuchitlán, pero no fue alguno de los familiares o el propio Don Gerardo.
El periodista recuerda que para que se realice dicho trámite debe haber aprobación de la asamblea ejidal, debe haber una solicitud formal ante la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y ante el Registro Agrario Nacional. Además, de que el interesado debe presentar documentación original incluida la identificación del ejidal, entre muchos otros requisitos que aparentemente no se cumplieron.

Vecinos dijeron a Emeequis que “nunca hubo asamblea de ejidatarios que autorizase el dominio pleno” y Don Genaro dijo a paisanos que el certificado de derecho parcelario no fue prestado, entregado ni sustraído del lugar en que lo tenía su hija, por ello se desconoce cómo es que se pudo concretar este trámite.