Qué órganos se ven afectados si comes demasiados embutidos

Estos productos no representan un riesgo cuando se consumen moderadamente, por lo que es importante medir su ingesta

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El consumo frecuente de embutidos, como salchichas, jamón, chorizo o mortadela, puede tener consecuencias significativas en diversos órganos y sistemas del cuerpo humano.

Según los especialistas, estos productos, ricos en grasas saturadas, sodio y conservantes como nitritos y nitratos, representan un riesgo para la salud cuando forman parte habitual de la dieta. De acuerdo con diversos análisis, el sistema cardiovascular es uno de los más perjudicados por el consumo habitual de embutidos.

Estos productos contienen altos niveles de grasas saturadas y colesterol, lo que puede provocar un aumento en los niveles de LDL, conocido como el colesterol “malo”.

Además, el elevado contenido de sodio en los embutidos contribuye al incremento de la presión arterial, un factor de riesgo clave para enfermedades cardiovasculares.

Entre las consecuencias más graves se encuentran la hipertensión arterial, la arteriosclerosis, los infartos y los accidentes cerebrovasculares. Estas condiciones, que afectan directamente al corazón y a los vasos sanguíneos, pueden derivar en complicaciones severas e incluso en la muerte si no se controlan adecuadamente.

Aunque los embutidos pueden serAunque los embutidos pueden ser una experiencia culinaria deliciosa, es indispensable controlar su consumo para evitar problemas a la salud. (Adobe Stock)

El cerebro, afectado de manera indirecta

El deterioro del sistema cardiovascular también tiene implicaciones para el cerebro, según detalló un informe. Una circulación sanguínea deficiente, producto de problemas cardiovasculares, puede reducir el flujo de sangre al cerebro, lo que incrementa el riesgo de deterioro cognitivo.

Este fenómeno puede manifestarse en pérdida de memoria y, en casos más graves, en enfermedades neurodegenerativas.El riesgo es particularmente alto en personas que padecen hipertensión crónica, ya que esta condición puede acelerar el daño cerebral.

Por otro lado, el sistema digestivo, especialmente el estómago y los intestinos, también se ve gravemente afectado por el consumo excesivo de embutidos.

Según diversos estudios, los nitritos nitratos utilizados como conservantes en estos productos pueden transformarse en compuestos cancerígenos conocidos como nitrosaminas, especialmente cuando los embutidos se cocinan a altas temperaturas.

El exceso de sodio presente en los embutidos también tiene un impacto directo en los riñones, órganos responsables de filtrar y eliminar el exceso de sal del cuerpo.

Es posible consumir estos productosEs posible consumir estos productos sin problemas siempre que se mantengan en equilibrio con una alimentación sana. EFE/Kai Försterling

Las personas con predisposición a la insuficiencia renal o con presión arterial alta son especialmente vulnerables a este efecto. En estos casos, el consumo habitual de embutidos puede acelerar el deterioro renal, aumentando el riesgo de complicaciones graves como la enfermedad renal crónica.

El hígado, involucrado en el procesamiento de grasas y toxinas

Aunque el hígado no es el órgano más afectado directamente, su papel en el procesamiento de grasas, colesterol y toxinas lo convierte en un actor clave en los efectos negativos del consumo excesivo de embutidos.

Según estudios, en personas con sobrepeso o con diagnóstico de hígado graso, la ingesta frecuente de estos alimentos puede agravar la condición, dificultando aún más el funcionamiento hepático.

El hígado, al ser el principal órgano encargado de metabolizar las grasas y eliminar las toxinas del cuerpo, enfrenta una carga adicional cuando la dieta incluye grandes cantidades de embutidos. Esto puede contribuir al desarrollo de enfermedades hepáticas más severas si no se toman medidas para reducir el consumo.

Para minimizar los riesgos, se recomienda limitar su ingesta y optar por versiones que no contengan nitritos ni nitratos, una opción que ya está disponible en algunos productos del mercado.

                                                         
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