SAN DIEGO.
California se convirtió ayer en el estado con el mayor control a las armas de fuego al entrar en vigor un paquete de nuevas leyes tanto para la venta de fusiles de asalto como municiones de cualquier calibre.
Desde ayer, las balas sólo pueden venderlas los comercios reglamentados y después de revisar antecedentes penales a quienes quieran comprarlas.
Si alguien quisiera importar municiones desde otros estados o del extranjero, deberá hacerlo a través de armerías que harían la importación y luego las entregarían a los compradores, siempre y cuando carezcan de antecedentes penales.
En California también se prohíbe la venta de fusiles de asalto con capacidad de más de diez disparos; los convencionales usan cargadores de 30 tiros.
También está prohibida la venta de fusiles de asalto que tengan cargador o magazine desprendible automáticamente. Los únicos a la venta en California tendrán un tipo de cargadores que, para desmontarse y cambiarse, tendrán que usarse desarmadores u otros objetos con los que se pueda operar el expulsor.
Desde ahora habrá en California sanciones por falsos reportes de extravío o robo de armas de fuego. Además, si alguien es víctima de robo de arma de fuego tendrá que reportarlo oficialmente dentro de los siguientes cinco días o enfrentará sanciones.
Además, cuando estén en un hogar, las armas tendrán que permanecer bajo llave, y si se llevan en vehículos, deben transportarse en las cajuelas o cajas de herramientas cerradas o bajo llave.