Redacción NoticiasPV
Con información de PCyBJ
El sábado 28 de enero, personal de la jefatura de investigación científica y del área operativa de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos a bordo del helicóptero XC- LJP perteneciente al escuadrón táctico aéreo de la Fiscalía General del Estado, realizaron un sobrevuelo de observación al Volcán de Fuego el Colima con la finalidad de monitorear y analizar los efectos de la actividad explosiva en el edificio volcánico la cual inició el 07 de enero del presente.
Durante el sobrevuelo se observó que el domo que ocupaba la cima hasta el mes de diciembre se encuentra destruido en gran parte, se ha formado una amplia terraza de cenizas en el flanco poniente, la cual casi cubre la pared de lava que se formó desde las explosiones del mes de enero del 2016.
La actividad actual es muy parecida a la manifestada en los primeros meses de 2015 y en año pasado cuando se destruyó el domo tras las explosiones y exhalaciones registradas, formando un cráter profundo.
La morfología que presenta el cráter es de forma cónica y cubre una superficie de 3.26 hectáreas con un radio de 200 metros y una profundidad de 75 metros aproximadamente. La terraza poniente cubre un área de 2.15 hectáreas.
La actividad del coloso de fuego se mantiene dentro de lo establecido en el mapa de peligros para eventos explosivos, dado que hasta ahora los balísticos no han alcanzado los 8 kilómetros alrededor del cráter.
Es muy probable que esta actividad continúe y tienda a disminuir paulatinamente ya que es ocasionada por un magma rico en gases y un ducto abierto lo que permite que el material gaseoso y la ceniza salgan sin resistencia y alcance alturas de entre 2,000 y 4,000 metros.
Por lo anterior el comité científico Jalisco-Colima y personal de esta dependencia mantienen el monitoreo permanente del coloso de fuego las 24 horas los 365 días del año. Oficiales de la UEPCB continúan en las comunidades de Juan Barragán y San Marcos para atender a la población en caso de cualquier contingencia.
El dato:
Es importante destacar que las explosiones y exhalaciones representan un peligro a la población por lo que se mantiene el perímetro de exclusión de 7.5 kilómetros en torno al cráter y de 8 kilómetros en las barrancas Santa Ana, Cafecito y La Arena.
Se recomienda a la población no realizar actividades recreativas ni acampar en las barrancas que drenan el coloso de fuego, respetar el perímetro de exclusión, así como mantenerse informado de la actividad volcánica