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IRAPUATO, Gto. (proceso.com.mx).- El obispo de la diócesis de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda, dijo desconocer que el exvocero de la Arquidiócesis de León, Jorge Raúl Villegas, oficiara misas en el templo de San Cayetano de esta ciudad y fungía como confesor en el colegio católico donde presuntamente abusó sexualmente de al menos dos alumnas, por lo que fue denunciado penalmente y se encuentra preso y sujeto a proceso.
El obispo de Irapuato señaló que la Iglesia católica no puede estar haciendo redadas “como lo hace la policía para saber cuántos manejan con licencia y sin licencia”, a fin de detectar casos como el de Villegas, quien realizó actividades inherentes al ministerio del sacerdocio sin estar autorizado.
Martínez Zepeda ratificó que no conoce al padre Villegas Chávez, quien llegó a Irapuato a vivir luego de haber sido suspendido del ministerio por la Arquidiócesis de León en el 2014, tras enfrentar un reclamo por la paternidad de una menor.
La versión del obispo contradice a lo señalado por sacerdotes de la parroquia de San Cayetano, que reconocieron la presencia del padre Villegas y que éste oficiaba misas, y afirmaron que esto era del conocimiento de jerarca católico.
“Si después de la inhabilitación el señor Jorge Raúl Villegas Chávez se presentó en algunos espacios como sacerdote cuando ya no lo era, ese acto es responsabilidad suya personal, no de la Arquidiócesis de León, de la que fue desvinculado, y tampoco de la Diócesis de Irapuato, con la nunca hubo vínculos de pertenencia”, sostuvo el obispo Martínez Zepeda, quien este domingo leyó un comunicado ante reporteros.
El prelado increpó a los representantes de los medios, a los que acusó de actuar como jueces frente al proceso penal que enfrenta el padre Villegas.
“Ya dictaron sentencia, ya lo declararon culpable, le dictaron quién sabe cuántos años de prisión. Ya son abogados, fiscales…”, expresó.
Incluso, agregó que si fuera llamado a declarar dentro del proceso que se sigue al sacerdote suspendido por la Iglesia católica, se presentaría para “aclarar cómo estamos organizados y de quién es la responsabilidad”, al insistir en que la situación de Villegas dentro del Iglesia es un tema que sólo compete a la Arquidiócesis de León.
“Para qué hacer el caldo gordo de algo que para mí está muy claro, es asunto de León, nosotros no tenemos vela en el entierro”, fueron las palabras de Martínez Zepeda.
En lo que respecta a la función del ahora indiciado penalmente en el colegio católico donde fungía como confesor, el obispo también se deslindó y atribuyó la supervisión de esta labor a la Secretaría de Educación del estado.
“Las escuelas nos las quitaron desde el presidente Juárez, ¿no? Ya la Secretaría (de Educación) las interrogó no sé cuántas horas, ya se encargó”.