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Guatemala.
Desde los primeros días de su administración, Javier Duarte de Ochoa organizó con sus amigos un grupo de operadores financieros que adquirirían –con recursos federales y estatales asignados al gobierno veracruzano– bienes inmuebles en diversas entidades del país, así como un yate y tierras ejidales en Campeche para la construcción de departamentos de lujo, entre otras operaciones para ocultar el desvío de dinero.
El fiscal José Antonio Galdamez leyó ayer en el quinto tribunal penal los cargos contra el ex gobernador de Veracruz y señaló que dos ex integrantes de la red de lavado de dinero ya colaboran con autoridades mexicanas, por conducto de la Procuraduría General de la República (PGR), y han aportado detalles de cómo varias fiestas organizadas por Duarte servían para que ordenara adquirir inmuebles o crear empresas fachada a las cuales inyectarles dinero del erario y, entre otras cantidades, casi 350 millones de pesos que fueron utilizados para capitalizar empresas bien constituidas a cambio de facturas que sirvieran para ocultar los desvíos.
Despedía a los funcionarios de desantendían sus órdenes
Cuando las cosas no salían bien o como las ordenaba Duarte, éste se enojaba, regañaba a sus cómplices o despedía a los funcionarios que no atendían las indicaciones que les daban para desviar recursos.
Las acusaciones contra Duarte están acumuladas en el juicio 97/2016 del juez de distrito especializado en el sistema penal acusatorio radicado en el Reclusorio Norte de Ciudad de México.
El 14 de octubre de 2016 ese juzgado libró una orden de aprehensión contra el ex gobernador por su probable participación en la comisión de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
“Los hechos por los cuales se encuentra requerido Javier Duarte son que cuando fue gobernador del estado de Veracruz, del primero de diciembre de 2010 al 12 de octubre de 2016, en coordinación con otras personas realizó un complejo esquema de operación para introducir recursos al sistema financiero mexicano y así otorgarles una apariencia de licitud. Para lo cual fingieron que el dinero fue obtenido como producto de la venta de terrenos del núcleo ejidal de Lerma, en el municipio de Campeche, en el estado del mismo nombre.
De igual manera adquirió a través de prestanombres diversos inmuebles con recursos que provenían del erario del gobierno de Veracruz, leyó el fiscal mientras Javier Duarte permanecía serio, durante la audiencia en la que le fue notificada su formal detención con fines de extradición a México.
La investigación de las autoridades mexicanas empezó con una denuncia presentada por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda ante la PGR, el 6 de octubre de 2016, derivado de la obtención de información sobre el uso de recursos federales y estatales para fines privados, sobre su desvío, ocultamiento de fondos y en términos generales, sobre la utilización indebida de recursos gubernamentales, por instrucciones del ahora ex gobernador de Veracruz, leyó el fiscal guatemalteco en representación del gobierno mexicano.
Las autoridades lograron determinar que desde finales de2010, es decir, desde que comenzó su mandato como gobernador, Javier Duarte de Ochoa invitó a varios de sus amigos a colaborar con él para hacer inversiones y negocios.
Entre las personas “que reclutó están Alfonso Ortega López, Moisés Manzur Cysneiros, José Juan Janeiro Rodríguez, Rafael Gerardo Rosas Bocardo y Mario Rosales Mora. Cada uno de los integrantes (de la red) tendría que realizar diversas actividades.
Ortega López buscaba oportunidades para invertir dinero; Manzur, entre otras, operaba las instrucciones del hoy requerido y serviría como testaferro (de Duarte); José Juan Janeiro se encargaría, entre otras cosas, de restructurar los pagos que correspondían a las actividades de inversión y ventas que se ejecutaran, además de prestanombres.
En el caso de Rafael Gerardo Rosas, prestaría su nombre para la adquisición de inmuebles, y Mario Rosales trabajaba en una notaría en la que se llevarían a cabo diversas operaciones y serviría de testaferro del ex gobernador.
“El 12 de octubre de 2016, Alfonso Ortega declaró ante la PGR que el 31 de diciembre del año 2010, durante una fiesta que se celebró en el departamento ubicado en torre B, nivel uno, del conjunto Finisterre, en Ixtapa Zihuatanejo, Duarte de Ochoa lo instruyó a recibir fondos y colocarlos en diversas inversiones.
Ortega dijo que Duarte se ostentaba como dueño del departamento citado, y posteriormente tuvo conocimiento que el ex gobernador era dueño de dos departamentos más en esos conjuntos, los cuales se adquirieron el 17 de mayo de 2010 a través de una negociación que realizó José Juan Janeiro Rodríguez con los representantes del desarrollo Ventas Arrecife, y que tenían un valor aproximado de un millón 500 mil dólares por cada departamento.
Ortega declaró ante el Ministerio Público Federal que, por órdenes de Duarte, el 3 de febrero de 2011 constituyó una sociedad para una empresa que fue denominada Inmobiliaria Rohor SA de CV, en la cual aparece como accionista Mario Morales.
Posteriormente, el 12 de mayo de 2011, Inmobiliaria Rohor adquirió dos inmuebles contiguos en la calle Sierra Fría 715, en la colonia Lomas de Chapultepec, en Ciudad de México, con un valor de 47 millones de pesos. Javier Duarte de Ochoa dijo que en ese lugar pretendía construir su casa de retiro.
En marzo de 2011 dio la instrucción de comprar un yate
En marzo de 2011, durante las fiestas de la Cumbre Tajín, el ex mandatario veracruzano instruyó a Ortega para que adquiriera una nave con características de las que se utilizan en los lagos de Europa, y para ello le ordenó constituir la empresa Alpargata Marine XXI Corporation, con la finalidad de que por medio de ésta se realizara la compra-venta con la empresa distribuidora de yates con sede en Florida, Estados Unidos, por el precio de 790 mil dólares.
Asimismo, las acusaciones contra Javier Duarte señalan que éste ordenó a Ortega que el despacho de Contreras y Janeiro efectuara el pago de la embarcación con recursos que habían sido desviados del presupuesto de Veracruz.
Meses después, Ortega se enteró de la existencia de unas parcelas ubicadas en el estado de Campeche, que pertenecían al núcleo ejidal Lerma, que Duarte adquirió para construir departamentos de lujo.