Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
Numerosas familias visitantes en este puente vacacional, no respetan los señalamientos que indican hábitat de cocodrilos y los niños son los más expuestos.
Así quedaron evidenciadas varias de estas persoans en la zona de los yates en Marina Vallarta, lugar en el que existe desde hace tiempo un cocodrilo, del cual las autoridades correspondientes no han querido trasladar.
Hace poco colocaron un enorme letrero en color llamativo, en donde se lee que es un lugar de cocodrilo y no es permitido incluso nadar.
Esta familia bastante numerosa, proveniente del bajío mexicano, se hospedó en uno de los condominios de la zona.
Salieron a caminar desde muy temprano, y avistaron al animal, varios pequeños de menos de 5 años de edad, se acercaron demasiado para observarlo más detenidamente, incluso 2 de los 3 pequeños bajaron por las piedras, los padres de familia no hicieron absolutamente nada.
Siempre ocurre el riesgo de que al menos uno de estos niños, pudiera resbalar por las piedras y caer al agua.
Muchos de los especialistas en el tema de los cocodrilos han afirmado que estos anmales atacan animales pues son sus presas y personas, porque estos invaden sus espacios.
A los pequeños, estos cocodrilos los confunden con presas, de ahí que haya habido varios ataques en este sentido.
Es evidente – como lo han dicho-, que una persona que sabe hay un cocodrilo e invade su espacio por diversas razones, alimentarlo o acercarse demasiado seguramente será atacado con fatales consecuencias.
Son numerosas las noticias en la región acerca de mutilaciones y muertes provocadas por ataque de cocodrilos.
Hay zonas claramente identificadas por las autoridades correspondientes en donde hay hábitats de cocodrilos, por ejemplo esta zona de marina vallarta en la zona de la costa, en manglares de boca de tomatlán y selva negra.
Además de los márgenes en los ríos Pitillal y Ameca, lo mismo que en los canales de los fraccionamientos que se localizan cerca al de Portales.
Autoridades de protección civil, han colocado señales de advertencia que son pasados por alto por los habitantes y las numerosas familias de esos lugares.
Dando pie a los accidentes con ataques de cocodrilos a las personas y pescadores.