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CIUDAD DE MÉXICO.
Durante 11 meses la Procuraduría General de la República (PGR) mantuvo aseguradas las cuentas bancarias de Eugenio Hernández Flores, exgobernador de Tamaulipas, luego de que en junio de 2012 fuera acusado de lavado de dinero para el narcotráfico, aunque después las liberó “para no causar un daño irreparable al exmandatario”.
Las indagatorias directas sobre Hernández Flores iniciaron casi al mismo tiempo que las realizadas a su antecesor, Tomás Yarrington, hoy preso en Italia.
Sin embargo, tras el arribo del exprocurador Jesús Murillo Karam a la PGR en 2012, éstas fueron congeladas y finalmente desechadas.
De acuerdo con registros judiciales, en el oficio CGA/5774/2013 fechado el 22 de abril del 2013, girado por el encargado de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud y dirigido al vicepresidente de Supervisión de Procesos Preventivos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, se dejó sin efectos la orden de aseguramiento precautorio de las cuentas bancarias a nombre de Eugenio Hernández girada en junio de 2012.
“Se ordenó el levantamiento de aseguramiento, toda vez que de la investigación realizada no se estableció el origen ilícito del dinero asegurado en las cuentas bancarias relacionadas con el indiciado Eugenio Hernández Flores, requisito sine qua non para la integración del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, por lo que estimó que no se podía sentar que éstos sean producto, instrumento u objeto del delito”.
Según registros judiciales, el 25 de mayo de 2012, Eugenio Hernández intentó realizar diversas operaciones con las instituciones financieras en las que mantiene cuentas bancarias vigentes, pero no pudo concretar ninguna.
Por ello se puso en contacto con el banco para saber de las supuestas anomalías; se le comunicó extraoficialmente que sus cuentas habían sido aseguradas por la autoridad.
En días pasados se reveló que el 8 de febrero, una Corte de Texas emitió una segunda orden de detención contra Hernández Flores. La primera data de mayo de 2015.
La Corte de Distrito Sur de Texas, división Corpus Christi, reiteró en el auto de acusación formal que entre 2008 y 2015 Hernández Flores y su cuñado Óscar Manuel Gómez Guerra lavaron cerca de 30 millones de dólares mediante la compra de bienes inmobiliarios en McAllen y Austin.
Sin embargo, la Procuraduría General de la República rechazó que a la fecha exista alguna orden de aprehensión girada en contra del exgobernador de Tamaulipas y sucesor de Tomás Yarrington.