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CIUDAD DE MÉXICO.
Conocido en el mundo de la política como JJ Rendón, a este venezolano —que en realidad pocas personas han visto— le gusta manejarse con un halo de misterio, para que todo mundo hable de él y así sus clientes se den cuenta de lo valioso que es tenerlo como estratega político en sus campañas.
Rendón, que comenzó en el negocio de las campañas políticas en 1996 y que tuvo su despegue en la mercadotécnica internacional, comenzó a partir de 2000, cuando se instaló en México para dirigir campañas del PRI, ahora es el gurú de Antonio Echevarría García, el candidato del PAN-PRD-PT-PRS a la gubernatura de Nayarit.
Hay quienes ubican a Rendón en México desde 1998, en la campaña de Juan Sigfrido Millán, en la gubernatura de Sinaloa, que ganó. De hecho fue Millán quien acercó a su estratega con Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo. Rendón trabajó en 2006 para el Panal, partido fundado por Gordillo cuando todavía era priista. Participó en la campaña presidencial de Roberto Campa, que después declinó en favor de Felipe Calderón.
Sus máximos logros, así los anuncia en su web, fue haber sido asesor del presidente electo Juan Orlando Hernández, en Honduras, además del actual presidente del mismo país, Porfirio Lobo, Juan Manuel Santos de Colombia y Enrique Peña Nieto de México. En el caso mexicano Rendón fue desmentido oficialmente por la presidencia de Enrique Peña Nieto, el 31 de marzo de 2016.
En el pasado, los adversarios del PRI siempre relacionaron a JJ Rendón como el hacedor de campañas negras. Un ejemplo: en 2010, durante la campaña para gobernador del estado de Veracruz, Miguel Ángel Yunes denunció que el entonces candidato del PRI a la gubernatura, Javier Duarte, y el gobierno de Fidel Herrera habían desplegado una guerra sucia en su contra comandada por JJ Rendón. Yunes conoció Rendón cuando fue cercano a Gordillo.
Durante la elección para gobernador en Baja California Sur en 2012 el dirigente estatal del PAN, Alfredo Zamora, acusó que tenía información de que el PRI había contratado a JJ Rendón para operar campañas negras. “A todas luces se trata de un burdo montaje del PRI, un trabajo típico del venezolano JJ Rendón y los asesores del PRI con el que buscan confundir a la ciudadanía en los días previos a la elección”, dijo Zamora.
Rendón, el estratega político que dijo que nunca trabajaría para una campaña que no fuera del PRI, ahora está con la alianza PAN-PRD.
Sobre Rendón, muchos medios se refieren a él como “El Samurái de la Estrategia” o “El Guerrero del Marketing Político”. Se conoce que ha participado en más de 30 elecciones presidenciales, de las cuales ha ganado más de las que ha perdido y le gusta repetir la frase “las neuronas no tienen fronteras”.
A JJ Rendón se le endilga la paternidad del supuesto atentado que sufrió el 10 de octubre de 2001 el candidato del PRI a la gubernatura de Michoacán, Alfredo Anaya Gudiño, que estaba muy abajo en las preferencias y que finalmente perdió frente a Lázaro Cárdenas Batel.
La importancia que se le ha dado a JJ Rendón en México se puede reflejar en una sesión del Congreso local de Colima, donde el 3 de octubre de 2003 el diputado Armando González Manzo se refirió a que días atrás, en la sede de los legisladores, habían aparecido tres perros muertos con sendos nombres de distintos actores políticos locales y que de eso era responsable JJ Rendón. “Vino a Colima hace un año para asesorar al exgobernador del estado Fernando Moreno Peña en su quinto informe de gobierno, y recientemente en Monterrey, asesorando al PAN y no al PRI”, dijo el diputado.
En torno al consultor venezolano, opositor del actual presidente de su país, Nicolás Maduro, y muy cercano a Henrique Capriles (participó en la campaña presidencial que Capriles perdió en 2013 frente a Maduro), se ha creado toda una mitología.
En una entrevista que dio a la revista Playboy, Rendón se refirió a que es un estudioso de la memética, la cual explicó el publicista, “que así como se transmiten contenidos genéticos de una generación a otra, asimismo se transmiten contenidos y comportamientos culturales, los cuales, a su vez, tienen influencia sobre las personas. Así como hay selección de los genes, así también hay selección de los memes”.
TRIUNFÓ CON EL PADRE; AHORA VA CONTRA EL HIJO
Su pasado como estratega política de Antonio Echevarría Domínguez, el primer gobernador de alternancia en el estado de Nayarit en 1999 y abanderado de una alianza PAN-PRD, no pesó para que Gisela Rubach se convirtiera en la consultora política de Manuel Cota Jiménez, candidato del PRI a la gubernatura nayarita, adversario de Antonio Echevarría García, abanderado de la alianza PAN-PRD.
En el camino del proceso electoral, que finaliza el próximo 4 de junio, la permanencia de Rubach en el equipo de Cota Jiménez ha tenido sus altibajos: unos dicen que la directora de Consultores y Marketing Político dejó a Cota y que la responsabilidad de su estrategia política quedó en manos de Carlos Mandujano, director de Cuarto de Guerra; otros dicen que Rubach prefirió mantenerse tras bambalinas como parte de su estratagema.
Lo cierto es que la relación de Cota y Rubach comenzó antes del 19 de marzo pasado, fecha en que el senador Cota fue nominado como candidato. Incluso Rubach estuvo a tres metros de los invitados especiales, Enrique Ochoa y Arturo Zamora, en la comida de celebración, cuando fue destapado como candidato en el restaurante El Diamante, de Tepic.
El despegue de Rubach entre los más importantes estrategas políticos de México fue precisamente en la elección de Nayarit hace 18 años. Rubach, que había sido coordinadora del diplomado en mercadotecnia política del ITAM, sumó para su causa llevando a Echevarría Domínguez, un amigo cercano de Vicente Fox y colegas en Coca-Cola, a la gubernatura.
El triunfo en Nayarit, amén de que Rubach es amiga de Santiago Creel, le valió ser parte del equipo de estrategia política de Fox en la elecciones de 2000, que marcó la primera alternancia en México.
En 2002, la estratega de Cota Jiménez se dedicó a preparar a los priistas del entonces DF, para la elección de 2003. Como parte del discurso que Rubach les echó a los del PRI en el foro El Triunfo Electoral del PRI en el año 2003, fue que “estamos acostumbrados a escuchar que todo lo que huela a PRI equivale a corrupción”.
A partir de entonces, Gisela Rubach tuvo entre su cartera de clientes indistintamente a priistas y panistas.
En 2004, la veracruzana, que según la web de Consultores y Marketing Político, tiene en su récord más de 300 campañas políticas en México, Centro y Sudamérica, trabajó para Ulises Ruiz, que fue gobernador de Oaxaca y luego asesoró a Héctor Ortiz, quien ganó en 2005 la gubernatura de Tlaxcala.
En la polémica elección de 2006, cuando Felipe Calderón ganó por .56 décimas a Andrés Manuel López Obrador, Rubach fue una de las encargadas de hacer acopio de pruebas de descargo ante las impugnaciones del PRD, partido para el que compitió entonces López Obrador.
Al año siguiente, en 2007, la directora de Consultores y Marketing Político fue contratada por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en el contexto de la campaña para gobernador de Jorge Hank Rohn, en Baja California. Aun cuando se avizoraba la derrota de Hank, Rubach dijo entonces que había una tendencia irreversible en favor del hijo del profesor Carlos Hank González. Ese mismo año fue parte del equipo de estrategia de la priista Ivonne Ortega, que ganó en Yucatán.
En 2009, Gisela Rubach trabajó para Fernando Ortega, candidato priista al gobierno de Campeche.
Al año siguiente, en 2010, Rubach estuvo atrás del triunfo del priista Jorge Herrera Caldera, en la gubernatura de Durango.
En la campaña para gobernador de Michoacán, en 2011, donde participó Luisa María Calderón, hermana del entonces presidente Calderón, Rubach fue contratada.
En 2012, cuando Arturo Núñez se perfilaba para triunfar en los comicios de Tabasco, éste evidenció que Rubach estaba trabajando para el PRI y que había sido contratada por Benito Neme. “Es necesaria la presencia del Ejército y de la Policía Federal ante la llegada al estado de delincuentes electorales y de estrategas, como Gisela Rubach, enviada por Benito Neme Sastré para desestabilizar el estado y violentar las cosas si el escenario les fuera contundentemente adverso”, dijo el entonces candidato del PRD.