Esta mañana el malecón se vio engalanado con la presencia de turistas de todas partes del mundo y de nuestro país.
Pero en especial por un entusiasta grupo de personas quienes en sillas de ruedas, acudieron a tomarse diversas fotos en los arcos del teatro al aire libre, lo mismo que a lo largo y ancho del malecón.
Los comentarios iban encaminados a lo bello que este destino se encuentra hoy en día, «no le hace falta nada».
Y lo dicen personas que con todo respeto, podrían quejarse de todo por la simple cuestión de su condición, pero el optimismo y las ganas de vivir, los mantienen en una sintonía de armonía al grupo en el que están.
Texto y fotos por Licenciado Mauricio Lira Camacho
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