Originario de Córdoba, Veracruz, Marcelino Peña Castro dejó atrás su tierra natal para emprender un nuevo camino en su vida; Puerto Vallarta fue su destino, ciudad en donde encontraría un segundo hogar y una segunda familia: Seapal Vallarta. La longeva relación de 24 años el Arquitecto de profesión y este organismo, ha visto una nueva etapa, su jubilación.
Desde 1992 a la fecha, Peña –como lo nombraban sus compañeros-, laboró en la paraestatal dentro del departamento de Cartografía, ejerciendo como dibujante. “Apoyamos a todos los departamentos -impresión de planos, presupuestos, rutas de catastro, rutas comerciales, industriales. La satisfacción más grande es que uno concluya con lo que solicitaron”, describió Marcelino, agregando que por suerte, se mantenía ocupado y centrado en sus labores pues siempre había trabajo en su área.
Durante 24 años, Seapal Vallarta le entregó momentos indelebles, por lo cual representa un núcleo importante en su vida, “para mí significa muchísimo, ya que me dio la oportunidad de crecer, de estudiar, de prepararme y sobre todo tener la dicha de poderme titular que era una promesa para mi familia”.
Además de los logros personales, Peña también pondera la amistad y el gran contexto laboral que se vive dentro de esta gran familia como un bastión significativo para el empleado, “el ambiente de trabajo, el compañerismo, la relación con los jefes, es un ambiente muy bonito: se respira tranquilidad y eso es un estímulo para seguir trabajando y cumplir con los objetivos de la empresa”.
Detrás de toda gran agrupación, se encuentra un buen líder; así lo externó Marcelino, quien reconoció la gestión del actual director del organismo como destacada y demostró, asimismo, su afecto hacia él, “mis respetos para César Abarca, es una persona ejemplar, un director ejemplar”, concluyó.