Por Mauricio Lira Camacho
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No todos los taxistas están en contra de Uber, algunos están a la espera de que haya luz verde para cambiar de patrón.
No todos participaron en los bloqueos de hace algunos días en contra de los choferes quienes trabajan para la aplicación de resonancia internacional.
En el gremio de los taxistas agrupados en dos sindicatos hay de todo, quienes están decidios a que no entre en Puerto Vallarta uber y los que están a favor esperando noticias para cambiar de régimen.
Como se informó hace unos días, autoridades del gobierno del estado, mediante la secretaría de movilidad, de la federación de trabajadores de Jalisco y del ayuntamiento de Puerto Vallarta, será el 17 de julio de este año, cuando la suprema corte de justicia de nación, emita el fallo definitivo en el caso de la entidad y en el caso especial de Puerto Vallarta, en torno a la entrada o no de Uber.
Existen conductores de taxis amarillos quienes ya planean cambiarse a esta aplicación, solamente esperan que llegue dicha fecha para tomar la decisión.
Han criticado que por años siempre ha habido un control muy especial en el otrogamiento de permisos para operar.
Acuerdos entre patrones, figuras políticas y el gobierno del estado, para favorecer a unos cuántos.
Esto generó por siempre que quienes realmente ganen son los dueños concesionarios y no los taxistas.
Es por ello que, algunos con sus ahorros pueden adquirir un vehículo y trabajarlo como propietarios dentro de Uber, teniendo así la garantía de que ganarán más y serán dueños de su propio negocio.
Existen en este destino de playa, diversas familias que por años siempre creyeron el cuento de que tendrían una concesión para hacerse de un auto y contar con el permiso correspondeiente para operar y no pasó nada.
Hoy dicen, tienen esa oportunidad, es la expresión de algunos taxistas quienes confiaron esos comentarios ante este medio, con la reserva de que no se publiquen sus nombres por temor a represalias.
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