Al cumplirse 89 años del asesinato del General Álvaro Obregón, autoridades civiles y militares rindieron honores a su memoria, recordando ese hecho trágico ocurrido el 17 de julio de 1928, siendo entonces presidente electo de nuestro país.
En representación del alcalde Arturo Dávalos Peña, la regidora Celina Lomelí Ramírez encabezó esta ceremonia cívica en compañía de la presidenta del DIF Municipal, Candelaria Tovar de Dávalos, el director de Seguridad Ciudadana, Jorge Hernández Valencia y el Teniente Coronel Pedro Gutiérrez Romero, de la 41ª Zona Militar.
En esta ocasión, fungió como orador oficial el director del Instituto Municipal de Atención a la Juventud, Alejandro Ortiz Monteón, quien destacó la trayectoria del militar y político mexicano que dirigió los destinos del país entre 1920 y 1924, periodo en el que comenzó su reconstrucción luego de diez años de tormentosa violencia, atendió la educación pública, la deuda con los acreedores internacionales, la rehabilitación de la infraestructura destruida, entre otras problemáticas.
Al concluir su periodo presidencial, se retiró de la vida pública y más tarde en los comicios de 1928 regresaría a la escena política para contender nuevamente por la presidencia de la República. El 1 de julio de 1928 se llevaron a cabo las elecciones que le dieron el triunfo, y para el 17 de julio, el presidente recién electo tenía programada una comida en su honor con los integrantes de la diputación del estado de Guanajuato.
Fue en el restaurante La Bombilla en donde un hombre llamado José de León Toral, miembro de la Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa, permanecía a corta distancia sosteniendo una libreta y un lápiz con los que realizaba caricaturas de los ahí reunidos; llegado el momento en que creyó propicio para acercarse, de León Toral caminó hacia la mesa de honor para mostrar sus caricaturas.
“Mientras el futuro presidente contemplaba los bocetos José de León Toral desenfundó una pistola y le disparó seis descargas casi a quemarropa. El general cayó sobre la mesa, después se deslizó hacia su costado izquierdo y quedó abatido en el suelo. En medio del caos, el asesino fue detenido y Obregón trasladado a su domicilio para después ser velado en palacio nacional”, señaló el funcionario vallartense.
Las investigaciones arrojaron que de León Toral, actuó en defensa de sus creencias religiosas al ver en Obregón a un enemigo de la iglesia. La muerte del caudillo generó un vacío de poder que hábilmente fue aprovechado por el presidente en funciones Plutarco Elías Calles, para crear el Partido Nacional Revolucionario, como mecanismo institucional dentro del cual se resolvieron todas las disputas por el poder de los siguientes años, abriendo el tránsito de un país de caudillos a uno de instituciones.