Por Mauricio Lira Camacho
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Aumenta de manera dramática el número de casos de robo de bicicletas en estacionamientos de centros comerciales.
A pesar de que muchas de estas plazas cuentan con el servicio de seguridad privada, los malandrines siempre están preparados para huir con el botín.
Recientemente, dos jóvenes tuvieron contacto con este medio de comunicación, al que explicaron la impotencia que se siente cuando malandros se aprovechan de todo lo posible para hacerse de cosas que no son suyas.
Se trata de bicicletas que son compradas con muchos esfuerzos por parte de las personas, que quizá no alcancen a comprar una moto, y que no es válido dejarlas con toda la seguridad, para que amantes de los ajeno, lleguen y se las lleven.
Relataron a este medio qué en compañía de más personas, iban pasando por el centro comercial, cuando se dieron cuenta que un chavo estaba robando una bicicleta de una estructura que fue colocada para ello en la macro, misma que se ubica a un costado de una institución bancaria.
Destacaron, “buen día me gustaría reportar un robo que acaba de presenciarse hace 20 minutos aproximadamente en este lugar, seguimos a esta persona, hasta donde pudimos para ver si se la podíamos quitar, pero se nos escapó vilmente”.
“Al chavo se le hizo mención de la bicicleta, porque nos dimos cuenta de todo, íbamos en el segundo carril en eso, con mi vehículo, me pasé al carril donde iba él para poder parar el vehículo e irnos sobre esta persona, pero rápidamente salió disparado para los carriles de sentido contrario y se fue, se nos escapó, todo esto sucedió en la macro plaza, a un lado de Bancomer”.
Era un día hábil y a plena luz del día, todo mundo se dio cuenta, este chavo actuó muy rápido, se le notaba que tenía práctica, iba vestido de manera informal, sabía a lo que iba, contó esta persona, con el objetivo de que la historia fuera publicada.
El problema con las empresas ligadas a la seguridad privada en centros comerciales, es que no se comprometen en contra de los delincuentes y los dejan hacer.
Por lo pronto se sabe que, en la macro, ubicada a un costado de la avenida González Gallo, este centro no tiene seguridad privada que haga rondines de vigilancia al exterior, por lo que automovilistas, ciclistas y motociclistas quedan expuestos a robos.
Lo mismo que los usuarios a la institución bancaria ubicada en esta plaza comercial.