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Chihuahua, Chih. Acerca del asesinato de la corresponsal de La Jornada, Miroslava Breach Velducea, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, tiene al menos dos posturas: la privada, que exhibió el pasado 3 de enero cuando sostuvo una reunión con familiares de la periodista durante más de cuatro horas, en la que el panista les aseveró: Miroslava tuvo la culpa por pisarle los callos al diablo; y la pública, en la que ha señalado que era una comunicadora valiente, que fue silenciada por la vía de un asesinato cobarde.
Además, ayer el mandatario chihuahuense se negó a conceder una entrevista a los reporteros de este diario.