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Ciudad de México. El trabajo de un buen periodista es justamente pisarle los callos al diablo, y el deber de los Estados democráticos es garantizar que estos profesionales puedan realizar su labor sin arriesgar la vida, aseveró Giancarlo Summa, director del Centro de Información de Naciones Unidas (CINU).
Al presentar el Premio Breach/Valdez de Periodismo y Derechos Humanos, el funcionario internacional destacó que hacer buen periodismo es publicar y difundir lo que los poderosos no quieren ver publicado.
Interrogado en torno a la información publicada este jueves por La Jornada -en el marco del primer aniversario del asesinato de su corresponsal en Chihuahua, Miroslava Breach- sobre el doble discurso del mandatario de aquella entidad, Javier Corral, quien en privado aseveró que a la periodista la mataron «por pisarle los callos al diablo», de acuerdo con fuentes consultadas, Summa señaló que desconoce si el gobernador hizo o no esa afirmación.
Sin embargo, acotó, «debemos decir una cosa: el trabajo de un buen periodista es sí, pisarle los callos al diablo. Buscar la información y la verdad, y precisamente verdades que poderes fácticos o hasta formales no quieren ver publicadas».
Enfatizó que el deber de cualquier país democrático, en cualquier lugar del mundo, es garantizar que los periodistas puedan pisarle los callos al diablo sin temor a ser agredidos y hasta asesinados.
«Garantizar este derecho es un deber que se tiene con la democracia, no puede existir una democracia funcional y verdadera sin periodismo de verdad. (Hay) que fiscalizar a todos los poderes. Ese es el deber de los periodistas, y el deber de las autoridades es garantizar que los periodistas puedan hace su labor sin arriesgar la vida. Eso es inaceptable».
El representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jan Jarab, también se refirió al tema y subrayó que no se puede responsabilizar a las víctimas de la agresión en su contra.
«No puedo saber lo que dicen los mandatarios o las personas en privado. Pero nos queda claro que no se pueden culpabilizar a las víctimas, no es culpa de las víctimas que han sido valientes, la culpa es de los perpetradores».
Se informó que el objetivo del Premio Breach/Valdez es rendir homenaje a dos periodistas valientes -ambos corresponsales de La Jornada asesinados el año pasado, la primera el 23 de marzo del año pasado en Chihuahua, Chihuahua, y Javier Valdez, en Culiacán, Sinaloa, el 15 de mayo. Además de reconocer la carrera de periodistas que se destacan por su trabajo en favor de la defensa de los derechos humanos.
El galardón será anual y se entregará cada 3 de mayo, día que se celebra a escala mundial el Día Internacional de la Libertad de Prensa. La edición 2018 será extraordinaria, pues se entregará a un reportero o reportera con amplia trayectoria en sus trabajos relacionados con los derechos humanos. A partir del siguiente año, se someterá a concurso y el jurado decidirá a los ganadores.
Una de las invitadas para presentar el proyecto fue Griselda Triana, compañera de vida de Javier Valdez, quien confió en que este premio sirva para que los periodistas en el paìs sigan dando la batalla pese a los riesgos que enfrentan.
«Que nadie los desaliente para seguir escribiendo. Habemos millones de víctimas en este país que tenemos mucho que contar», subrayó.
El premio es auspiciado por la ONU-DH, la agencia AFP, la Universidad Iberoamericana, la Embajada de Francia en México y otras instancias. Quien se haga acreedor al mismo viajará a París donde hablará en diferentes foros sobre la situación de la libertad de prensa en México y de los riesgos para el ejercicio de la profesión en uno de los países más riesgosos para la misma, pues tan sólo el año pasado fueron asesinados 12 reporteros.