Como parte de las actividades por el primer aniversario de la Unidad Regional de Rehabilitación (URR) del Sistema DIF, se realizó la segunda aplicación de la toxina botulínica tipo A, a pacientes que les permitirá tener mejores resultados en su proceso de rehabilitación.
Esta es la segunda ocasión que el organismo que preside la señora Adriana Gómez Funes, permite la aplicación de esta toxina a un bajo costo, para darles continuidad a los usuarios que la requerían, y permitir que nuevos pacientes les fuera colocada para mejorar su rehabilitación.
La especialista, Valeria Lizaola, explicó que dicho tratamiento ayuda en su rehabilitación a los pacientes, al permitir que los músculos que más estén trabajando se relajen y de esta manera comiencen a activarse los que no estaban funcionando.
“Esta toxina se va al músculo y por lo tanto relaja. Al momento de nosotros inyectarla, si el paciente está muy tenso de su brazo, le inyectamos en ese músculo, este se relaja y ayudamos a quitar patrones donde el cerebro por algún tipo de daño está trabajando de más”, expresó.
Detalló que este tratamiento es viable en pacientes que tuvieron algún tipo de daño neurológico y los músculos muy tensos, lo cual limita hacer movimientos normales como caminar, sentarse correctamente o cambiarse.
“La aplicación de la toxina botulínica tipo A, tiene una duración de 3 a 6 meses, depende de cada persona; a quien se le aplica, también se le da su programa de rehabilitación para que en conjunto pueda obtener mejores resultados”, señaló la médico en rehabilitación.
Por otra parte, estudiantes del Centro Universitario de la Costa, presentaron la exposición gastronómica: “Clínica de dieta terapéutica en discapacidad”, en la que mostraron a usuarios e invitados especiales, cuáles son los alimentos que pueden ingerir para estar saludables y sobre todo, para quienes están en rehabilitación; además de tomar medidas de peso, talla, grasa, a quienes lo solicitaban para dar inicio a un plan nutricional.
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