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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Se cumplieron 43 meses. El nombre de Ayotzinapa volvió a retumbar en las calles de esta capital. Marcharon alrededor de dos mil personas, al frente los padres de familia de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos a quienes no se les ha visto desde septiembre de 2014.
En la movilización, parte de una jornada global de lucha, los padres de los estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, caminaron por los carriles centrales de Paseo de la Reforma, hasta llegar al Zócalo capitalino, donde denunciaron que la investigación está prácticamente estancada: Desde hace ocho meses, desde agosto de 2017, no han tenido interlocución con la Secretaría de Gobernación (con Osorio Chong y ahora con Navarrete Prida, con quien apenas se logró pactar un encuentro).
Y de la exigencia de que se investiguen cuatro líneas de investigación (la participación y detención de policías municipales y federales de Huitzuco, la investigación sobre las líneas telefónicas de los celulares de los involucrados, las pesquisas sobre el trasiego de droga de Iguala a Chicago y la participación de elementos del Ejército), no ha habido avances.
Por el contrario, frente al monumento del Ángel de la Independencia, Felipe de la Cruz, vocero de las familias, acusó que a 43 meses de la desaparición, existe un nuevo intento del Estado mexicano por reforzar la llamada “verdad histórica” de la Procuraduría General de la República, en la que se sostiene que los estudiantes fueron calcinados en el basurero de Cocula.
De la Cruz consideró que a través de la publicación que se dio conocer en el diario Reforma sobre una supuesta conversación telefónica entre líderes del grupo delictivo Guerreros Unidos, desde Chicago, se trata de cerrar el caso, pues indicó que de nueva cuenta ellos no han sido notificados.
“Decimos que es mentira porque quién nos puede demostrar que esa publicación tiene verdad cuando no hemos escuchado las grabaciones o visto los mensajes que mandaron. Únicamente lo publicaron. Mientras a nosotros no nos demuestren con elementos de prueba, sigue siendo una mentira más”, añadió de la Cruz.
Por eso, señaló que en la próxima reunión con la Segob pedirán que se ponga especial énfasis en la participación de los militares, a quienes calificó de ser los “actores principales”, y a quienes “no se les toca”; también dijo que le exigirán que continúen los acuerdos que se pactaron con el exsecretario Osorio Chong.
Por su parte, Vidulfo Rodales, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y defensor de las familias, aseguró que la investigación del trasiego de droga, no puede ser la única línea de investigación.
“Estamos viendo una falta de voluntad política para avanzar. El gobierno de Enrique Peña Nieto no quiere nada con Ayotzinapa, lo que quiere es terminar su mandato con este caso sin resolver”, dijo.
En el pronunciamiento oficial los padres manifestaron que el trasiego de droga de Iguala a Chicago es una línea de investigación que debe ser indagada de “manera exhaustiva”, lejos de pretender cerrar el caso.
Los cientos de manifestantes caminaron desde las 16:30 horas rumbo al Zócalo capitalino, al cual arribaron después de dos horas.
En el camino se tuvieron en la Glorieta de Colón donde colocaron imágenes con los rostros de los normalistas en una valla destinada a publicidad. También en el antimonumento a los 43, localizado en el cruce de Bucareli con Paseo de la Reforma, estudiantes de la Universidad Autónoma de Chapingo hicieron la siembra simbólica de maíz y nopal y el ya común pase de lista de los estudiantes.
“Porque la siembra es vida y porque vivos se los llevaron”, gritaron los estudiantes.
Finalmente, en el templete que los esperaba en el Zócalo capitalino, Vidulfo dijo:
“Si el gobierno de Peña Nieto pensó que los padres de familia nos cansaríamos, si apostó a doblar la hoja, nosotros le decimos que durante 43 largos meses los padres y madres de familia nos hemos convertido en la piedra del zapato. Nosotros vamos a ser la huella indeleble que lo va a perseguir a lo largo de su vida”.
En Francia, Estados Unidos, Alemania y Costa Rica, también se registraron actos simbólicos y en solidaridad con la jornada “En el corazón 43×43”.
En la capital participaron contingentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, del sindicato de electricistas y telefonistas, del Frente Popular Francisco Villa, de la Asamblea de Barrios y de Atenco.
Las familias
Los testimonios durante la marcha no se hicieron esperar, Hilda Hernández, madre de Benjamín Ascencio manifestó que a 43 meses continúa su lucha.
“Amamos tanto a nuestros hijos que por eso aprendimos a gritar y a exigir. No puede ser que nos pasemos más años desmintiendo al gobierno mexicano. Nos da tanto coraje que tengamos a un gobierno al que le importan más sus elecciones, que dar con nuestros muchachos”.
Metolia Carrillo, mamá de Luis Ángel Carrillo acusó “cuando nos dicen mentiras nos lastiman el corazón. Este gobierno maldito sabe a dónde llevaron a nuestros hijos. Como madre no me voy a cansar de buscarlos”.
Cineastas
Como parte de sus demandas, el movimiento de los padres también manifestó “toda su solidaridad” y apoyo con el movimiento de estudiantes y los familiares de los tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAVV), presuntamente asesinados por el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Vidulfo Rosales convocó a los estudiantes que se han manifestado en la última semana en repudio del crimen a no amedrentarse y por el contrario, pidió a las víctimas de desaparecidos articularse, “porque son los mismos dolores que se tienen”.
“El caso ha ocasionado una indignación similar, tiene los mismos patrones y eso evidencia que no se aprendieron las lecciones del caso Ayotzinapa”, dijo el litigante.
Respecto al mismo tema, Felipe de la Cruz coincidió en que las familias de los estudiantes de Ayotzinapa conocen el dolor y de la impotencia “que se siente al ver que el gobierno sigue de la misma manera asesinando a aquellos que se preparan para una vida mejor”.
“Nos unimos a la petición de justicia por los tres jóvenes de Guadalajara. Son características similares, porque de esa manera asesinaron a Julio César, la noche de Iguala. Queremos decir que es momento de ajustar cuentas con este gobierno que sigue asesinándonos”.
Por su parte, el vocero de los normalistas de Ayotzinapa, concluyó: “en este país asesinan estudiantes porque son los que van quitando la venda del estado en que se encuentran las cosas”.