Por Paty Aguilar
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Hace dos años, en mayo del 2016, en este medio de comunicación, el médico veterinario, Esquivel Peña, actual presidente de la Asociación de Veterinarios de Bahía de Banderas, Nayarit, informó que a la propietaria de un perro en Bahía de Banderas, Nayarit, se le había diagnosticado Rickettsiosis, o Rickettsia, enfermedad que se produce por la mordedura de garrapatas, esto luego de que llevó su perro al consultorio para que lo vacunara contra las garrapatas.
Por tal motivo, hizo un llamado a quienes tienen perros o viven cerca de quienes tienen perros, para que estos animales recibieran la atención médica necesaria para combatir las garrapatas que se prenden de sus cuerpos, pero que al desprenderse pueden morder al humano y transmitirle esta dolorosa y paralizante enfermedad.
En aquel entonces, la coordinación de servicios de la salud de Valle de Banderas, no dio información al respecto en relación al registro de esta enfermedad, y tampoco se han hecho campañas al respecto para prevenir la transmisión a los humanos que puede incluso hasta llegar a ser mortal de no diagnosticarse a tiempo.
Los síntomas primarios de la enfermedad son inespecíficos, incluyen fiebre alta, dolor de cabeza severo y dolor muscular pero a menudo pueden estar acompañados por náusea, vómito, dolor abdominal y tos.
En este sentido, el veterinario recordó que en junio de 2009, un grupo de científicos de la Universidad de Kansas, de la UNAM, de la delegación de SAGARPA en Baja California y de la UABC, entre ellos, Tinoco Gracia, Barreras Serrano, Rentería Evangelista y Hori Oshima, publicaron el estudio “Prevalencia de Rhipicephalus sanguineus garrapatas en perros en una región en la frontera entre México y Estados Unidos”.
Concluyeron que las garrapatas son el segundo grupo más importante de artrópodos vectores de enfermedades transmisibles a los animales y seres humanos.
Informó que las enfermedades transmitidas por garrapatas con mayor frecuencia a humanos, son ehrlichiosis, de Lyme, babesiosis, la tularemia, parálisis y encefalitis.
Esta información, dijo, es derivada del trabajo al respecto de los nueve investigadores que sobre la garrapata rhipicephalus sanguineus realizaron. Ellos indicaron que es un vector de varios patógenos que incluye la rickettsia y la ehrlichia canis, cuyo ciclo de vida –huevo, larva, ninfa y etapa adulta– requiere de 33 a 236 días y se alimentan de sangre.
En etapa adulta se encuentra con mayor frecuencia en las orejas y espacios interdigitales de los perros, al tiempo que las larvas y ninfas se adhieren con facilidad al pelo largo, espalda o cuello.
La investigación realizada por la UABC detectó al menos una garrapata en 56 de los 94 perros sujetos a análisis, de esos animales 44 estaban infestados en distintos niveles.
Por este motivo, consideró que la Secretaría de Salud de Nayarit, debe promover campañas de fumigación, tratamiento regular de los perros con medicamentos antiparasitarios y acaricidas y la educación pública con la participación de veterinarios, epidemiólogos y médicos de servicios de salud públicos y privados, así como la colaboración del público en general, que es lo que recomendaron los investigadores en el caso de Mexicali, BC.
Y dado que hay garrapatas en viviendas de Bahía de Banderas, comentó que es necesario ponerse las pilas antes de que este tipo de enfermedades en humanos se convierta en una epidemia en este municipio “Yo me enteré de este caso por casualidad, pero quizá hay más personas infectadas y quizá la Secretaría de Salud no le ha dado la importancia requerida” concluyó.
En el caso de la señora, Anabel Ortíz de la Cerda, afortunadamente, hizo público su padecimiento en su muro del Facebook, este domingo 29 de abril 2018 con este posteo:
“Resultado de análisis: tengo Rickettsiosis, años mal hasta que hoy, un excelente doctor internista del ISSSTE dio por fin con mi mal (varios estudios de por medio), ahora la bomba de antibióticos para matar al bicho y recuperarme.”
Luego de desearle que su salud mejorara, le preguntaron a Anabel, cómo había adquirido la enfermedad y cuáles eran los síntomas, estas fueron sus respuestas:
“Un pinche perro garrapaturiento que había en el edificio donde tengo mi depa, los dueños lo dejaron infestarse de bichos y yo salí premiada. Desde hace años, calenturas, dolor de huesos, mal del estómago, granos raros en la piel etc., etc., hasta empeorar y sentirme del nabo y ningún doctor daba con bola hasta ahora” Se refiere al internista del ISSSTE de Puerto Vallarta, doctor, Juan Ramón González Salcedo.
Durante la conversación, una amiga de Anabel, también comentó que había sufrido esa enfermedad: “Yo hace años igual a cada rato me súper enfermaba… debilidad en todo el cuerpo, a veces diarrea, a veces súper temperatura… hasta que igual me detectaron eso… Y antibióticos al mil… hasta que mejore… Lo malo es que queda memoria en el sistema inmune…”
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