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Mae Sai, Tailandia
Cuatro de los 12 adolescentes y su entrenador de futbol atrapados desde hace más de dos semanas en una cueva en Tailandia fueron sacados ayer, tras lo cual fue suspendido el operativo para rescatar a los restantes, mismo que se retomará este lunes, informaron las autoridades.
Narongsak Osottanakorn, gobernador interino de la provincia de Chiang Rai, responsable de la operación, informó durante un rueda de prensa que fueron sacados los jóvenes en mejor estado físico y que los otros nueve tendrán que esperar a que se reanuden las labores en 10 horas como mínimo.
Los niños saldrán uno por uno, el rescate llevará de dos a cuatro días, dependiendo del clima y de las condiciones del agua, explicó el mayor general del ejército Chalogchai Chaiyakam.
Guiado por dos buzos profesionales por 3.2 kilómetros de la estrecha y lodosa cueva, el primer joven emergió a las 5:40 hora local.
Mongkhol Boonpiam, de 14 años, fue el primer rescatado, informó el diario británico The Guardian.
Tras salir de la cueva ubicada al norte de Tailandia, los menores fueron trasladados en ambulancias y en helicóptero hasta el hospital Chiangrai Prachunakroh, ubicado unos 60 kilómetros al sur de la cueva, informó el rotativo Bangkok Post.
El grupo integrado por 12 jóvenes de entre 11 y 16 años, miembros de un equipo de futbol, y su entrenador, Ekapol Chanthawong, de 25, quedaron atrapados desde el 25 de junio en el interior de la cueva Tham Luang Khun Nam, en una región próxima a Myanmar. El pasado 2 de julio fueron localizados por los equipos de rescate.
Los muchachos y su entrenador fueron de excursión a la cueva tras un entrenamiento, pero las lluvias monzónicas y una inundación repentina los sorprendió y quedaron aislados a cuatro kilómetros de la entrada.
Partes de la cueva han estado totalmente cubiertas de agua en los días recientes y los buzos que participan en el rescate necesitaban entre cinco y seis horas para completar el trayecto.
Los niveles de agua dentro de la caverna bajaron lo suficiente gracias a los esfuerzos de drenaje. Se tomó la arriesgada decisión de intentar el rescate ante el temor de que el nivel del agua volviera a subir si vuelve a llover. Además, el nivel de oxígeno también se había reducido de 21 por ciento –un nivel normal–, a 15 por ciento, lo que aumentó la preocupación.
Confirmo que estamos listos para la operación, indicó alrededor de las 10 de la mañana (hora local) de ayer el gobernador Narongsak. El tiempo es bueno. El nivel del agua también. Los buzos están listos. Los niños están física, emocional y mentalmente listos para salir, declaró. “Hoy es el día D … Se acerca una nueva tormenta. Si esperamos, tendremos que volver a bombear el agua” de la cueva, añadió.
Según el plan de rescate, cada uno de los niños debería ser escoltado fuera de la cueva por uno o dos buzos. En total participan en el rescate 18 expertos, 13 de Estados Unidos, Australia, China y países Europa, y cinco tailandeses.
La peligrosidad del recorrido quedó en evidencia el viernes pasado, cuando un buzo tailandés murió cuando regresaba de colocar bombonas de oxígeno en la cueva, por causas que aún se desconocen.
Los equipos de rescate han estado trabajando frenéticamente para apartar piedras y otros obstáculos del camino de salida.
Las corrientes de agua dentro de la cueva han sido fuertes, la visibilidad era inexistente en algunos sectores y la ruta bajo el agua se complicaba por muchos pasajes estrechos y rocas escarpadas. Además, algunos de los niños atrapados no son buenos nadadores.
De momento no se ha hecho pública ninguna imagen de la operación, puesto que las autoridades tailandesas crearon un extenso perímetro de seguridad alrededor de la cueva.
La historia de este equipo de futbol juvenil ocupó en estos días la atención mediática mundial.
Más de mil periodistas tailandeses y extranjeros cubren la noticia en directo desde un campamento provisional cerca de la base de la operación de rescate.
Durante la operación, cientos de periodistas fueron invitados a abandonar la zona para permitir que los rescatistas trabajaran sin cámaras a su alrededor.
Trabajadores del hospital Chiangrai Prachunakroh colocaron ayer grandes pantallas para evitar que se vea la entrada al edificio, ya que se prohibió tomar fotografías y se reservó la octava planta para los jóvenes rescatados.
Estados Unidos trabaja estrechamente con el gobierno de Tailandia para ayudar a sacar a todos los niños de la cueva. ¡Personas muy valientes y talentosas!, tuiteó el presidente estadunidense, Donald Trump.
Desde Chile, donde hace unos años 33 mineros fueron rescatados tras estar varias semanas atrapados bajo tierra, el presidente Sebastián Piñera tuiteó: Que Dios acompañe el rescate de los niños de Tailandia, como nos acompañó a nosotros en el de nuestros 33 mineros.
En tanto, la empresa de túneles propiedad de Elon Musk en California ofreció cualquier ayuda que las autoridades consideren útil, de acuerdo con Sam Teller, portavoz de la empresa Boring Co, que tiene a sus técnicos en el lugar.
Musk, célebre por su empresa de viajes espaciales, dijo antes que su empresa estaba diseñando un pequeño submarino que pudiera entrar y sacar a los chicos atrapados.