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CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El saliente secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, le puso la vara alta al siguiente gobierno: que México se sume al pequeño club de países que producen legalmente heroína con fines medicinales.
La propuesta no es nueva. Pero es la primera vez que el Ejército Mexicano admite públicamente la medida como una solución a la violencia.
En semanas recientes se han recrudecido las confrontaciones armadas en zonas productoras de amapola entre los grupos delictivos locales que se disputan el control.
Aunque el Ejército es la principal fuerza encargada de la erradicación de los campos de cultivo de la amapola y del aseguramiento de la goma de opio en el país, su presencia en la región de La Montaña guerrerense es casi testimonial, sin que hasta ahora se conozca que haya desmantelado algún laboratorio de heroína en el estado, el principal productor de amapola en México y uno de los más importantes en el mundo, de acuerdo con especialistas consultados e informes oficiales.
La Unión de Comisarios de la Sierra de Guerrero (UCSG) estima que al menos 50 mil campesinos del estado se dedican al cultivo de la amapola. De lo que sí tiene certeza es que no habrá legalización posible sin su participación. Pero también sin la de los grupos delictivos, quienes pueden boicotear cualquier intento de regular el mercado.
El periodista francés Jean Francois Boyer, radicado desde hace más de dos décadas en México y pionero en la investigación periodística sobre el narcotráfico en América Latina, señala en entrevista que, según datos de la UCSG , al principio una tercera parte de la producción podría ser dedicada a la fabricación legal de derivados de la amapola, mientras que el resto seguiría en el mercado ilegal.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, la producción del opiáceo se incrementó con todo y el combate frontal al narcotráfico, que continuó la estrategia del gobierno de Felipe Calderón. En esos 12 años se erradicaron 218 mil 660 hectáreas de cultivo de amapola. Casi toda esa tarea, 91%, estuvo a cargo del Ejército, que tiene en Guerrero dos zonas militares.
El gobierno que está por terminar erradicó 44 mil 520 hectáreas más que su antecesor, según el Sexto Informe de Gobierno de Peña Nieto. Ya en producto para su comercialización en el mercado ilegal, el Ejército aseguró casi 10 mil kilos de goma de opio en ambos sexenios. Durante este año el precio del kilogramo se ha desplomado a entre 7 y 8 mil pesos, luego de cotizarse hasta en 18 mil pesos, según diversos testimonios periodísticos recogidos en la zona.