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San Cristóbal de las Casas, Chis., Policías estatales desalojaron con gases lacrimógenos a trabajadores de salud, indígenas desplazados y normalistas que protestaban en el centro de Tuxtla Gutiérrez cuando el gobernador Manuel Velasco Coello rendía su sexto y último informe de gobierno en el Congreso local; varios manifestantes resultaron con golpes.
A menos de dos metros nos tiraron los petardos y gas pimienta, como si fuéramos criminales, reprochó la secretaria general de la sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, Ma-ría de Jesús Espinoza de los Santos, quien encabezaba a unos 500 empleados que pretendían llegar a la sede del Poder Legislativo.
Vinimos a manifestarnos al informe de mentiras de Velasco Coello cuando se acercó un subsecretario de gobierno (cuyo nombre no precisó) para distraernos y detenernos. Me aprehendieron con tres compañeros más, pero a mí me liberaron metros más adelante después de que me golpeó la policía, afirmó.
Señaló que desde el viernes, el gobierno estatal había colocado vallas en torno al Congreso para impedir el paso de manifestantes.
El gobierno sólo sabe golpear, no resuelve los problemas. Los hospitales están sin medicamentos y sin insumos, además de que no se ha pagado el aguinaldo, acusó Espinoza de los Santos.
Recordó que los trabajadores de salud realizan un paro de brazos caídos desde hace 29 días en demanda de que el gobierno estatal les pague 884 millones de pesos adeudados por prestaciones.
La lideresa sindical aseguró quetras el desalojo se desconocía el paradero de Víctor Hugo Zavaleta, integrante de la dirigencia estatal del gremio, y del trabajador Julio Mayorga, por lo que pidió a las autoridades que informen dónde se encuentra.
Entre los desalojados estaban cerca de 400 habitantes desplazados de Chenalhó, Zinacantán y Ocosingo, quienes al mediodia habían instalado un campamento en el parque central de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado, para exigir la entrega de alimentos.
Dos horas de confrontación
Íbamos a protestar al Congreso y se nos vino encima la policía; nos echaron gases lacrimógenos y hubo una confrontación de cerca de dos horas, relató el asesor del contingente, Diego Cadenas Gordillo, director del Centro de Derechos Humanos Ku’untik.
Hay tres desplazados descalabrados y niños y mujeres gaseados, aseguró. Agregó que tras la acción policiaca el grupo se dispersó y abandonó sus pertenencias en la plaza central.
Quejosos agredieron a policías estatales
Los indígenas desplazados en diferentes fechas por motivos políticos y agrarios de comunidades de los municipios antes citados se habían instalado a las 12 horas en el parque central, adonde llegaron después de seis días de camina-ta desde San Cristóbal de las Casas, en una caravana que llamaron de pies cansados.
Para instalarse, los indígenas hicieron a un lado las vallas metálicas que el gobierno estatal había colocado para impedir el acceso de manifestantes al centro de la ciudad con motivo del sexto y último informe de gobierno de Velasco Coello, quien dejará el cargo el 8 de diciembre.
Según testimonios de algunos presentes, el desalojo y posterior enfrentamiento comenzó cuando estudiantes de las Escuela Normal Mactumactzá arribaron en un camión tipo volteo con palos, piedras y gasolina, que estacionaron frente al palacio de gobierno y al que luego prendieron fuego. Los estudiantes demandan el pago de becas.
Por separado, Mario Carlos Culebro Velasco, secretario de gobierno, aseguró que los quejosos rompieron el cerco logístico y agredieron con cohetones, palos y piedras a elementos de la policía estatal, quienes resguardaban la seguridad.
En un comunicado, indicó que los uniformados implementaron un operativo disuasivo para replegar a los agresores. Subrayó que el gobierno de Chiapas mantiene abierta la mesa de diálogo con los normalistas y los desplazados.
Como ha dicho el gobernador Manuel Velasco, ninguna causa, por legítima que sea, puede ser pretexto para limitar los derechos de los demás, por lo que calificó de inaceptables los hechos violentos donde este grupo vandalizó las instalaciones del palacio de gobierno, aseveró.
Culebro Velasco reiteró el respeto absoluto a la libre manifestación, pero ante actos de violencia sin razón, el gobierno debe aplicar la ley, para garantizar la paz social.
Por la noche, cientos de trabajadores de la Secretaría de Salud marcharon en San Cristóbal para protestar por la represión del gobierno estatal en contra de sus compañeros, de los desplazados y de los normalistas.