Por Adrián De los Santos
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Un hombre procedente de la ciudad de Toluca, mismo que se encontraba de vacaciones en el puerto y hospedado en el hotel Krystal, murió luego de que presuntamente se ahogó en la alberca, cuando apenas estaba amaneciendo.
Según versiones de la pareja del hoy occiso, se acostaron a dormir durante la noche, poco antes de que amaneciera despertó y ya no encontró al hombre en la habitación, por lo que fue a buscarlo ya que sabía que estaba enfermo, fue entonces que lo encontró muerto en el interior de la alberca del hotel, en donde estaba flotando.
Sobre los hechos se sabe que estos fueron reportados a las autoridades al filo de las 07:35 horas, cuando mediante una llamada al número 911, elementos policiales recibieron la alerta de que en el interior de dicho hotel se encontraba una persona ahogada.
De inmediato elementos policiales acudieron al citado lugar, en donde al principio se decía que no había pasado nada, sin embargo, a la llegada de los elementos policiacos estos se entrevistaron con el agente de Seguridad que les permitió en ingreso a dichas instalaciones.
Al llegar oficiales se dieron cuenta que la persona ya había fallecido, por el mismo estaba al pie de una alberca tapado con una sabana color blanco.
Los agentes se entrevistaron con la doctora del hotel de nombre Mirna “NN” la cual confirmó el fallecimiento de la persona por ahogamiento.
El occiso fue identificado como Rubén Becerril, de 79 años de edad, originario de Toluca.
En el sitio se encontraba quien dijo ser la pareja del occiso de nombre Carlos Domínguez, el cual informó el infortunado estaba enfermo de Alzheimer y en el transcurso de la noche se fueron a dormir.
Comentó que a las a las 06:30 horas despertó y ya no lo tuvo a la vista, después salió de la habitación para buscarlo y fue entonces cuando lo encontró en la alberca ya sin vida.
Ante tal situación, elementos policiales fueron quienes se encargaron de notificar de lo sucedió al agente del Ministerio Público, el cual dio la orden de que se realizaran los registros necesarios, siendo peritos del Instituto Jalisciense quienes se hicieron cargo de llevar el cuerpo a los descansos fúnebres para realizarles los estudios por ley.