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El procurador de Justicia de Hidalgo, Raúl Arroyo González, dijo este miércoles que no hubo ningún error en la toma de muestras de ADN de los familiares de las víctimas tras la explosión del ducto en Tlahuelilpan.
Arroyo González expuso que la toma de muestras a esposas o concubinas fue para complementar los expedientes de los 68 cuerpos hallados.
Aclaró que el lunes 28 de enero fueron tomadas muestras de sangre para complementar los registros de los occisos «si ya se tenía la muestra de un hijo era necesario tomar la de la madre y la esposa del desaparecido para tener mayor certeza en el resultado».
Por ello, descartó que se fueran a tomar más muestras de ADN como resultado de algún error.
El procurador dijo que sólo había sido un «mal entendido en una entrevista», y reiteró que no hubo pruebas dobles ni ninguna equivocación el el trabajo pericial.
Por la tarde, Arroyo González señaló que hubo un error al tomar las muestras para el análisis de ADN de las víctimas. Señaló que algunas muestras fueron tomadas a esposas o concubinas de las personas fallecidas en lugar de los familiares consanguíneos.
Debido a este «error», se indicó que los peritos regresarían al lugar para tomar una segunda prueba de sangre de los familiares directos.
El procurador destacó que la identificación de los cuerpos tardará de dos a seis meses dependiendo de la clasificación y del nivel de carbonización.
Además, rechazó especificar el número de pruebas que tendrán que volver a tomar y justificó el error diciendo que en algunos casos, los familiares “sólo nos dieron una muestra”.
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