La interacción por mensajes le da tiempo al usuario de reaccionar, por ejemplo, ante una ruptura amorosa, se puede enviar un ‘meme’ para disimular el impacto emocional
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CIUDAD DE MÉXICO.
El amor, miedo al rechazo, decepción o el dolor por la ruptura, se viven con la misma intensidad en una relación cara a cara que en los “cibernoviazgos”, resaltó la especialista Gema Elena Rodríguez García.
La psicóloga de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud, comentó que con o sin redes sociales es difícil relacionarse de manera amorosa con una persona.
Lo anterior, dijo en un comunicado de la dependencia, requiere del mismo esfuerzo para mostrar la mejor cara y cortejar.
Rodríguez García subrayó que en la actualidad las redes sociales como Facebook e Instagram, entre otras, permiten ampliar el contacto con gente fuera del círculo de convivencia cotidiano, inclusive a otros continentes.
Mencionó ¿que a este tipo de aplicaciones se acercan personas mayores de 25 años, debido a que el ambiente social es limitado en los centros laborales, y las redes facilitan los encuentros.
Agregó que, dentro y fuera de las redes sociales, las personas cuyas habilidades de convivencia social no han sido desarrolladas, en algún momento experimentarán temor para hablar en público.
Además de enfrentarse a la desaprobación de las otras personas, preocupación por la impresión y miedo por expresar los sentimientos.
Una de las ventajas que ofrece la interacción por medio de los mensajes, es que le da tiempo al usuario de reaccionar, por ejemplo, ante una ruptura amorosa, se puede enviar un meme o alguna animación graciosas o de indiferencia, para disimular el impacto emocional.
No obstante, la especialista dijo que así como este tipo de redes sociales acercan a las personas también las separan, pues los contenidos que se suben, por ejemplo, a Facebook, se han convertido en una nueva forma de control de la pareja.
Destacó que un «me gusta» a una fotografía o un mensaje, como “buenos días” puede despertar celos en la pareja y provocar una serie de fantasías en torno a un hecho inocuo.
Rodríguez García subrayó que una persona sana en lo emocional respeta el espacio, actividades cotidianas de la pareja, y las amistades, pues parte de la convivencia es expresar cariño a los amigos.