Según un análisis de la consultora GLAC, durante los últimos 15 años la población femenina ocupada laboralmente con hijos ha enfrentado significativamente casos de violencia familiar.
Durante la primera semana de marzo Michoacán mejoró marginalmente en Seguridad con bienestar, derivado de las condiciones favorables en educación y desarrollo social; sin embargo, mantuvo un valor negativo en el Índice GLAC, y la violencia contra las mujeres fue un factor.
En febrero de 2019 Michoacán registró una tasa acumulada de 10.63 casos de violencia familiar por cada 100 mil mujeres, un incremento de 143 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Con el fin de determinar la asociación entre la población ocupada laboralmente con hijos y la violencia contra las mujeres, se calculó la correlación entre dichas variables.
Esta correlación en la entidad fue de 0.86 (asociación alta), lo cual indica que durante los últimos 15 años la población femenina ocupada laboralmente con hijos ha enfrentado significativamente casos de violencia familiar.
Michoacán registró su mejor valor en 2009, cuando reportó 11.99 por ciento de la población femenina ocupada laboralmente con hijos y 66 casos de mujeres de lesiones por violencia familiar por cada 100 mil mujeres.
En contraste, 2014 registró su peor desempeño con 12.22 por ciento de mujeres trabajadoras con hijos y 339 casos de violencia familiar por cada 100 mil mujeres. Es decir, un incremento marginal en madres de familia trabajadoras y un crecimiento del 413 por ciento en los casos de violencia familiar.
En 2018 a nivel nacional la correlación entre la mujeres madres de familia y violencia familiar fue de 0.21 (asociación baja), lo cual indica que a diferencia de Michoacán, la proporción de población ocupada laboralmente con hijos en el país no está asociada significativamente con la violencia familiar contra mujeres.
La media nacional de población de madres de familia trabajadoras fue de 14.7% y 142 casos de violencia familiar por cada 100 mil mujeres.
El mismo año Michoacán registró 12.15 por ciento de la población femenina ocupada laboralmente con hijos y 220 casos de violencia familiar por cada 100 mil mujeres. Una disminución del 2.4 por ciento y 42 por ciento respectivamente, en comparación con 2017.
Lo anterior posicionó a la entidad en el lugar 29 en el ranking del indicador, mejor que Zacatecas, Chiapas y Querétaro; pero peor que Guerrero, Guanajuato y San Luis Potosí.
La mejor posición a nivel nacional fue para Ciudad de México, con 19.1 por ciento de población ocupada con hijos y solo 37 casos de violencia familiar por cada 100 mil mujeres. Le siguen Baja California Sur y el Estado de México.
En este contexto, se discute en el Congreso de Michoacán una reforma al Código Penal para endurecer las sanciones por violencia de género, así como para habilitar mecanismos de protección y apoyo a víctimas.
La Comisión Estatal de los Derechos Humanos exhortó a las autoridades correspondientes a revisar el esquema de atención para casos de violencia contra mujeres, con enfoque preventivo, para evitar que el maltrato derive en feminicidio.