Patrulla fronteriza detiene y se ensaña con una niña de 9 años, ciudadana de EU

jornada.com.mx

San Diego, 22 de marzo .— El celo de agentes de la patrulla fronteriza, que siguen a rajatabla el mandato de la cero tolerancia contra presuntos migrantes indocumentados, se ensañó contra una niña de apenas 9 años, ciudadana de EU, que fue detenida durante más de 30 horas por supuestas “inconsistencias” al momento de ser interrogada sin la presencia de sus padres o abogados.

“Tenía miedo. Estaba muy triste porque ni mi madre, ni mi hermano estaban conmigo. Estaba completamente sola”, aseguró Julia Medina en su testimonio recabado por un canal de televisión de San Diego, al relatar que durante su encierro de 32 horas casi no pudo dormir porque no se le permitió ningún contacto con su familia.

Pero como si la detención de una niña de 9 años no fuera suficientemente indignante, resulta ser que los agentes de la patrulla fronteriza se empeñaron en ponerle una trampa a ella y a su hermano mayor, Oscar Medina, de 14 años, a quien amenazaron con acusarle de traficante de personas y proxeneta.

“Los agentes amenazaron a mi hijo con enviarlo a la cárcel y acusarlo de tráfico de personas y abusos sexuales”, aseguró la madre de ambos, Thelma Galaxia Galaxia.

Según la versión de la madre, el pasado lunes 18 de marzo se levantó temprano, como todos los días, para llevar a sus hijos a la escuela en San Isidro desde su casa en Tijuana. Mientras hacían la fila, a las 4 de la mañana, se redujo la velocidad en los controles de las garitas por lo que sugirió a sus hijos cruzar a pie y ella les pediría un Uber para que los llevara a la escuela.

Sin embargo, sus dos hijos no llegarían ese día a la escuela. Los agentes de la patrulla fronteriza los interceptarían y pondrían en duda la identidad de la pequeña Julia por considerar que su foto en el pasaporte estadounidense no se correspondía con la imagen de la menor de edad.

Al tratar de ofrecer una explicación, oficiales de la patrulla fronteriza aseguraron que decidieron retener a la menor hasta confirmar su identidad. Pero no explicaron suficientemente las razones por las que la habían retenido más de 30 horas y, mucho menos, las amenazas lanzadas contra su hermano a quien obligaron a firmar un documento en el que declaraba que, su hermana, era en realidad su prima.

“Ese testimonio no es verdadero. Se lo hicieron firmar bajo amenaza. Julia es mi hija, aseguró la madre al acusar de abuso a los agentes de la patrulla fronteriza.

                                                         
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