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WASHINGTON (apro) – Con 230 votos a favor y 195 en contra la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes del Congreso federal estadunidense aprobó, con condiciones para el presidente Donald Trump, un paquete presupuestal de cuatro mil 500 millones de dólares para atender la crisis sanitaria de inmigrantes indocumentados menores de edad hacinados en centros de retención.
La acción legislativa de los demócratas fue recibida por la Casa Blanca con la amenaza de que Trump vetaría la medida si a su escritorio llegaba con las condicionantes sobre el uso de los fondos millonarios.
“Es muy malo que los demócratas no hagan nada sobre seguridad fronteriza. Ellos quieren fronteras abiertas, lo que significa crimen. Pero estamos terminando (lo que prometimos), incluida la construcción del muro. Más gente que nunca está llegando a Estados Unidos atraídos porque nuestra economía está muy bien, la mejor en la historia”, escribió Trump la mañana de este miércoles en un primer mensaje en su cuenta personal de la plataforma de Twitter.
“Los demócratas quieren fronteras abiertas lo cual significa crimen violento y tráfico de personas y drogas. También quieren subir impuestos, como de 90%. Lo que quieren los republicanos es el bienestar de Estados Unidos, exactamente lo opuesto (a los demócratas)”, definió el mandatario en un segundo mensaje.
La legislación de los demócratas contrasta con la versión de la Cámara de Senadores que será sometida a votación este jueves, en la que los senadores republicanos que son mayoría aprobarían los cuatro mil 500 millones de dólares sin condiciones para el presidente Trump.
Afectados dos mil 600 menores
El paquete de fondos de emergencia en materia migratoria se avaló luego de que los demócratas denunciaran el estado insalubre en el que el gobierno de Trump tiene en centros de retención migratoria a unos dos mil 600 menores de edad, inmigrantes indocumentados, entre estos a infantes.
Con los fondos del paquete de emergencia el Departamento de Seguridad Interior podrá financiar la transferencia de los menores de edad a otros inmuebles de retención con todos los servicios sanitarios esenciales y básicos, pero bajo el control del Departamento de Salud y Servicios Humanos y no de agentes de la Patrulla Fronteriza.
Cientos de inmigrantes indocumentados menores de edad que carecían de camas, alimentos, cepillo y pasta dental, y pañales para el caso de los infantes, fueron transferidos del centro de detención de la estación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, a otros centros de refugio bajo el control y la supervisión del Departamento de Salud.
Antes de que este martes por la noche los demócratas de la Cámara de Representantes aprobarán los cuatro mil 500 millones de dólares, en la Casa Blanca Trump reconoció la precaria situación en la que tienen a los menores de edad, pero se justificó diciendo que los niños inmigrantes indocumentados estaban peor bajo la presidencia de Barack Obama.
Entre las restricciones de los demócratas que enfrentan la amenaza del veto presidencial, se destaca la que prohíbe el uso de los fondos para financiar redadas para la ubicación, captura y deportación de inmigrantes indocumentados dentro de los Estados Unidos.
Trump suspendió el pasado fin de semana su amenaza de llevar a cabo redadas masivas para deportar a millones de inmigrantes indocumentados, como había prometido a su plataforma electoral cuando fue candidato presidencial en 2016.
El presidente explicó que la cancelación de las redadas estaba condicionada por dos semanas, tiempo que le dio al Congreso federal como plazo para legislar y cambiar las leyes de asilo y las de inmigración para endurecer la criminalización de la inmigración indocumentada.
Otra condición del proyecto presupuestal demócrata es la prohibición al gobierno federal de hacer público el nombre de personas que se hagan cargo de la custodia temporal de inmigrantes indocumentados menores de edad, mientras aguardan la decisión de una corte migratoria sobre sus casos dentro del territorio estadunidense.
Seis meses, el plazo para mejoras
La medida da un plazo de seis meses a los subcontratistas del gobierno a cargo de muchos centros de retención migratoria temporal, para mejorar la situación sanitaria y alimenticia de los menores edad; el incumplimiento de la condición implicaría la pérdida de contratos.
El paquete presupuestal limita a 90 días la estancia de un menor de edad en un centro de retención migratoria temporal, a menos que por escrito el Departamento de Salud explique al Congreso que no hay disponibilidad de otros inmuebles o custodios adultos para hacerse cargo de los niños y que dé garantías de que no les faltaran alimentos ni los servicios sanitarios necesarios.
Al Departamento de Seguridad Interior, responsable de todas las medidas migratorias, se le obliga a contar con traductores en todos los centros de retención migratoria temporal para menores de edad, dedicados exclusivamente a atender a los niños.
En la Casa Blanca el presidente Trump acusó a los demócratas de politizar la crisis del flujo de inmigrantes indocumentados centroamericanos, y felicitó nuevamente al gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador por estar limitando el flujo de los migrantes de Centroamérica desde la frontera sur mexicana con Guatemala.
El pasado 7 de junio el gobierno mexicano aceptó, a cambio de evitar la imposición unilateral de aranceles a sus exportaciones, recibir y retener en México a miles de inmigrantes centroamericanos solicitantes de asilo en Estados Unidos, y desplegar a cientos de elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur para detener el paso de personas procedentes de otras naciones.
La aprobación del fondo de emergencia migratoria ocurrió al momento que John Sanders anunció su renuncia como jefe interino del Buró de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), puesto en el que llevaba dos meses.
En reemplazo de Sanders, el presidente Trump anunció la designación temporal de Mark Morgan, un analista político de la cadena de televisión Fox, destacado por sus recomendaciones de criminalizar y actuar con mano dura contra los inmigrantes indocumentados y quien trabajo brevemente como oficial del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Morgan es patrocinador de redadas masivas dentro de Estados Unidos, para deportar a todos los inmigrantes indocumentados con orden de deportación sin que le importe la separación familiar, incluso, de ciudadanos estadunidenses.
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