La actividad fue llevada a cabo la mañana de este lunes y participaron todos los niveles de gobierno *Importante desempeño de cada uno de los participantes y todo fue monitoreado para detectar errores y evitarlos ante un caso real
La mañana este lunes se llevó a cabo un simulacro a escala real en el interior y exterior del Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, lo que generó la movilización de las autoridades civiles, municipales, federales y militares.
La cita fue a las 10 de la mañana, sin embargo, la alerta fue activada a las 9:40, en el sentido de que se había recibido el reporte acerca de un artefacto explosivo en uno de los kioscos localizados en el interior del aeropuerto, en este caso en el área de los cajeros automáticos.
La alerta fue activada luego de que el personal del propio aeropuerto realizó los estudios correspondientes y confirmó que había un explosivo en esa zona
A partir de esos momentos el simulacro comenzó a tomar forma, el personal de seguridad activó sus brigadas y comenzaron inmediatamente a evacuar a los pasajeros que iban llegando y que estaban en la sala de espera de abordaje, además de que fueron evacuados los empleados de las aerolíneas y de las tiendas ubicadas en el lugar.
En esos momentos ya iba arribando personal de la Policía Federal hasta al aeropuerto, quien se coordinó con personal de Seguridad Privada, mismos que estaban llevando a cabo la evacuación en coordinación con las autoridades del aeropuerto.
Todas las personas fueron llevadas a un área segura, en este caso al estacionamiento en donde además se instaló un centro de mando, sitio en el cual estaban algunas autoridades monitoreando los movimientos de todos.
Para ese momento ya se había activado el personal del cuerpo de bomberos del aeropuerto, quienes activaron su protocolo de seguridad, colocaron una ambulancia en el área de estacionamiento, una unidad de ataque ligero en una de las puertas y una motobomba en otra.
Los bomberos colocaron dos líneas de agua, las cuales estuvieron listas para ser utilizadas en caso de que fuera necesario.
Al sitio llegó personal del Ejército Mexicano, mismos que ingresaron al área donde habían detectado una maleta con un supuesto artefacto explosivo, por lo que llevaron a cabo todo el protocolo correspondiente, que amerita en la realidad, un caso como este.
Para esos momentos ya en la parte de afuera habían colocado una camioneta con un tambo especial por así llamarlo en el cual sería colocado el artefacto una vez que el personal militar con el equipo necesario y adecuado ingreso al área se hizo cargo del mismo y lo sacó con todos los cuidados para llevarlo hacia la tanqueta en la cual sería trasladado a un lugar seguro para su desactivación.
Una vez todo controlado, se monitoreo la zona y se dio fin al simulacro, por lo tanto todos los participantes comenzaron con su rutina normal, las unidades de bomberos ingresaron a su cuartel, en tanto que el personal de seguridad continuó con sus recorridos normales junto con elementos de la Policía Federal.
Más tarde las autoridades del Aeropuerto dieron a conocer mediante una pequeña rueda de prensa, acerca de los detalles al respecto a lo que se había realizado.
Confirmaron que el simulacro a escala real se llevó a cabo en el sentido de que recibieron un llamado en el cual les daban a conocer que habían dejado un artefacto explosivo, el cual detonarían si no paraban los vuelos que estaban programados llegar a Puerto Vallarta, por lo que se activaron los protocolos correspondientes y de este modo lograron ubicarla y las autoridades correspondientes se hicieron cargo de retirarla del lugar a un sitio seguro para su desactivación.
Reconocieron la importancia que es llevar a cabo estas actividades en donde salen a relucir los errores de los conocimientos que obtienen mediante la capacitación, la cual es constante para el personal del Aeropuerto, es en estos momentos donde salen a relucir los errores y es el tiempo adecuado para corregirlos y evitar que esto se presenten ante una situación real, de momento todos actuaron perfectamente y aunque sí hubo algunas fallas menores, serían afinadas por el personal encargado de esta capacitación para estar listos ante cualquier contingencia real.