Al ritmo de guitarras, güiros y flautas, exigen detener a quien ordenó rociar con ácido a saxofonista

En septiembre pasado, la joven de 26 años resultó con quemaduras en 80% de la superficie corporal, luego de que un sujeto le aventó ácido, y desde hace una semana se encuentra internada en el Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados (Ceniaq) del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), en esta capital.

Con sus saxofones, guitarras, güiros, violonchelo, pandero, flauta transversal, trompeta, bombo, tarola y un acordeón, los músicos que acudieron a la representación de Oaxaca en la Ciudad de México interpretaron la Canción Mixteca, Pinotepa, La Sandunga, La Martiniana, Dios nunca muere y otras piezas oaxaqueñas, para “darle un poco de esperanza y ánimo a Elena”.

En todo momento la familia ha señalado a Vera Carrizal como el responsable de la agresión contra la joven, quien conoció al político priista cuando trabajó en el área de Comunicación Social del Congreso de Oaxaca.

Sin embargo, el expresidente de la Unión de Gasolineras de Oaxaca se deslindó de cualquier responsabilidad: “Trabajó conmigo (María Elena) y tenemos una amistad, pero eso no implica nada. Si tienes un estilo de vida sano, así te va, pero si tienes un estilo de vida fuera de lo normal, vas a tener problemas”.

Hasta la semana pasada la saxofonista permaneció en el Hospital Civil ‘Aurelio Valdivieso’ de Oaxaca, donde se le practicaron dos injertos de piel en los brazos, pero lamentablemente se le cayeron. Además, por la gravedad de las quemaduras, se le tiene que reconstruir parte de los párpados, brazos, pecho y piernas.

Después de que se hizo viral el caso, el pasado viernes 13, el gobierno de Oaxaca ofreció una aeronave para trasladar a la víctima al Ceniaq, en esta ciudad, donde los médicos que la atienden tratan de reconstruir las partes dañadas.

A casi tres meses del incidente, el gobernador Alejandro Murat sigue sin cumplir su compromiso de esclarecer el caso.

Carta a AMLO

Silvia Ríos, hermana de María Elena, envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, donde manifiesta que ella y su familia temen por su vida, y pidió al Ejecutivo que interceda para que les brinden seguridad.

“Temo por mi vida y pido a usted seguridad para mi hermana y mi familia por las declaraciones que pudieran incomodar a presuntos responsables”, apuntó.

Añadió: “Pido justicia y una investigación profunda y transparente para la captura de los responsables. Que la Fiscalía presente a los responsables. Que no exista encubrimiento por parte de las autoridades”.

En su carta, Silvia también solicitó al presidente de la República la reclasificación del delito, debido a que el “ataque con ácido” no se encuentra tipificado como tal en el Código Penal de Oaxaca.

También demandó que la atención para Elena en el INR “sea gratuita y especializada”, pues no tienen seguridad social y atraviesan por una situación de insolvencia financiera, debido a los fuertes gastos realizados en los últimos tres meses en Oaxaca.

Una copia de la misiva fue enviada a las cámaras de Diputados y Senadores, a los gobiernos de Oaxaca y de la Ciudad de México, y al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).